Mariola Báez
Cómo
Cómo puedes mantener en buen estado tu plancha de vapor
Cuidar este pequeño electrodoméstico con estas sencillas medidas alargará su vida útil
Planchar la ropa es una de las tareas habituales en cualquier casa y, por eso, contar con un electrodoméstico con buenas prestaciones es importante a la hora de ponértelo más fácil. En la actualidad, tienes multitud de modelos entre los que elegir según tus necesidades y el volumen de planchado semanal.
La mayoría necesita un mantenimiento mínimo para permanecer en perfecto estado por más tiempo. Así, para que tu plancha no se deteriore, es básico seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a su uso y limpieza, descartando algunos “trucos” cuya efectividad es dudosa y que pueden poner en riesgo especialmente la suela, la parte más delicada de este aparato, como el uso de vinagre o bicarbonato.
Uso correcto y mantenimiento básico
Los cuidados que requiere una plancha de vapor pueden dividirse en dos bloques. Por un lado, su uso correcto en el momento del planchado y por otro, el mantenimiento posterior.
Antes de empezar fíjate en:
- El cable debe estar completamente extendido y quedar holgado. Si presenta pequeños nudos, en algunos puntos está parcialmente enrollado o al mover la plancha lo tensas demasiado lo más probable es que acabe deteriorado y que tu plancha, inexplicablemente, deje de funcionar a los pocos meses.
- La superficie en la que planchas debe estar en buenas condiciones. Cualquier “socavón” o saliente podría dañar la suela.
- Si utilizas la función vapor, procura no trabajar en vacío, es decir, llena convenientemente el depósito del agua sin sobrepasar su capacidad.
- Es importante planchar cada prenda a la temperatura apropiada. No por hacerlo a máxima potencia tu ropa quedará mejor y en menos tiempo. Una excesiva temperatura puede hacer que la superficie que se desliza acabe adherida al tejido, lo que no solo estropeará la prenda, sino que esos restos de tela serán muy difíciles de eliminar. La suela nunca volverá a quedar impecable.
Mantenimiento tras el planchado:
- Cuando termines, un sencillo consejo para prolongar la durabilidad es vaciar siempre el depósito del agua.
- Además, es fundamental recurrir a la función de autolimpieza que incorporan prácticamente todos los aparatos. Está pensada para eliminar los restos de cal que pueden perjudicar el sistema u obstruir los orificios de salida del vapor. Utilízala al menos una vez al mes.
- Por último, la suela que se desliza sobre la ropa es el elemento clave de cualquier plancha. Si necesitas limpiarla, hazlo únicamente con un paño húmedo, siempre con el electrodoméstico desenchufado y totalmente frío. No apliques ningún producto que pueda resultar corrosivo o rayar la suela, como los estropajos.
- Recuerda enrollar convenientemente el cable en la base de la plancha cuando termines.