Carlos Losada
Cómo
¿Cómo preparar tu propia almohada de semillas para dolores musculares?
Suelen estar rellenas con granos de trigo y lavanda y son relativamente fáciles de hacer
Una de las formas más inocuas y a la vez efectivas de relajar nuestros músculos son las almohaditas aromáticas de semillas, es decir, esas que solemos calentar y colocar en las zonas doloridas. La mayoría de ellas están rellenas de granos de trigo, así como con flores de lavanda y aceite esencial también de lavanda, elementos que les aportan un aroma relajante, lo que ayuda a que hagan el efecto deseado. Aunque, eso sí, en lugar de lavanda, se puede optar por otros olores, echando romero y su aceite esencial, manzanilla…
Generalmente las podemos adquirir en cualquier establecimiento dedicado a este tipo de productos o en alguna tienda on-line. Sin embargo, si eres "manitas" y quieres probar a hacer alguna, no entraña una gran dificultad siempre que sepas coser, claro está.
Cómo se hacen las almohaditas
Para fabricarte tu propia almohadita cervical necesitas:
- Una tela que te guste.
- Hilo para coserla.
- 750 gramos de semillas de trigo limpias.
- Un puñadito de flores de lavanda.
- Unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Una vez que tengas todo, solo has de cortar la tela con el tamaño que se ajuste a tu cuello y coserla casi por completo. Después mezclas en un recipiente el trigo con la lavanda y el aceite. A continuación lo echas en el interior de la tela y acabas cosiendo la parte que quedaba abierta. Deberás dar las puntadas muy juntas (con una máquina de coser te será más sencillo) para que no se salgan los granos. Y ya está lista para utilizar.
Tipos de almohaditas
Como hemos señalado, las almohaditas aromáticas nos ayudan en la relajación de zonas afectadas. Y lo hacen sin peligro alguno dado que no incluyen ningún elemento eléctrico ni van llenas de agua. Simplemente hay que calentarlas en el microondas un minuto y medio o dos, dependiendo de la potencia.
Posteriormente, cuando las pongamos sobre nuestro cuerpo, serán muy útiles para músculos contracturados, para casos de enfermedades reumáticas, para calmar el dolor de las articulaciones e incluso para aliviar los dolores menstruales. Obviamente no quiere decir que vayan a curar una lumbalgia o cualquier otra enfermedad, pero sí van a calmar y aliviar los dolores.
Aunque las más habituales son las que tienen forma de almohada, existen diversos modelos adaptados a cada zona del cuerpo. Veamos algunos:
- Cervicales. Son las más habituales y se emplean para los dolores de cuello.
- Lumbares. Llevan un cinturón que se ajusta a esa parte del cuerpo. De ese modo, puedes incluso moverte con ella puesta.
- Tipo chaleco para que cojan casi toda la espalda.
- Para hombros, con la forma que rodea nuestro cuello.
- Como antifaz para los ojos.