Carlos Losada
Cómo
Cómo puedes preparar y utilizar tus propias flores secas
En unos días y con facilidad podrás tener flores secas para utilizarlas en decoración y como regalo
Una de las opciones de decoración que siempre suelen ser un acierto son las flores secas, tanto colocadas en floreros, como formando parte de una vela, en un cuadro o incluso para embellecer un marcapáginas. Lo mejor de todo es que para hacerte con ellas no solo cuentas con la opción de comprarlas, sino que resulta muy sencillo “fabricarlas” en casa, dado que apenas necesitas productos añadidos.
Colgarlas y… paciencia
El modo más fácil para conseguir secar las flores pasa por colgarlas boca abajo y esperar a que el agua que contienen vaya desapareciendo. Cuando lo hagas, eso sí, trata de separarlas en la medida de lo posible pues de ese modo el aire circulará mejor entre ellas y el secado será más compacto.
Asimismo, intenta secarlas en un lugar donde no haya mucha luz solar, ya que su acción provocará que pierdan parte de su color y, por tanto, su atractivo. Por cierto, ten en cuenta el estado de las flores antes de secarlas ya que si se encuentran en malas condiciones, el secado no las va a “arreglar” y el resultado final no será el esperado.
Aparte de esta opción tan sencilla para secar flores, hay otras en las que se emplean elementos adicionales que tratan de acelerar el proceso al tiempo que permiten que la flor tenga un aspecto más similar a cuando está fresca. Para lograrlo, lo más habitual es emplear glicerina, es decir, el mismo producto que se usa para realizar muchos de los jabones con que nos lavamos. En este caso, debes meter los tallos de las flores en un recipiente donde la citada glicerina esté mezclada con el doble de cantidad de agua. Así, poco a poco, las flores irán absorbiendo todo y secándose. En un espacio de semana y media, verás el resultado.
Este tipo de flores secas son perfectas para poner en jarrones o incluso en ramos que puedes colgar o dejar reposar sobre la cama. Le aportan un toque vintage a la estancia y son perfectas para decoraciones de estilo provenzal.
Flores prensadas
Otra opción de secar las flores pasa por prensarlas, aunque, como es evidente, la finalidad no va a ser la misma. Las flores prensadas suelen utilizarse para adornos como cuadros -puedes hacer tu propia composición y decorar una estancia con varios cuadros de este tipo-, para la creación de velas -con las flores pegadas en la parte exterior- e incluso para fabricar algún marcapáginas -totalmente personalizables-.
Al igual que hemos apuntado antes, simplemente hay que dejar que el agua que contienen se evapore. Eso sí, en este caso habrá que esperar mientras la flor se encuentra literalmente aplastada. Para ello se puede utilizar desde una prensa hasta el propio peso de un libro. Lo mejor es que la sitúes entre dos folios u hojas de papel y que el peso y el tiempo hagan el resto del trabajo.
Lo mejor de las flores prensadas es que, al ser en dos dimensiones, puedes utilizarlas en multitud de adornos, al tiempo que te aportan la posibilidad de crear tus propios regalos.