Carlos Losada
Cómo
¿Cómo puedes empezar a pintar con café?
Se trata de una técnica muy parecida a la acuarela que no supone un gran gasto para el artista
Sí, no te has equivocado al leer el titular. El café no solo sirve para reconfortarte por las mañanas o evitar la somnolencia, sino que además se puede emplear como materia prima para pintar. Su técnica es similar a la de las acuarelas, pero conlleva una preparación diferente que a continuación te vamos a explicar.
Para ello hemos hablado con el artista especializado Edson Ferrage, para quien “la clave de la pintura con café se encuentra en la preparación de este”. “Yo utilizo el café soluble (de cualquier marca), unos pinceles cuyos pelos no sean demasiado blandos, papel de acuarela o en su defecto que tenga un gramaje alto, y una paleta o cualquier cosa que sirva para mezclar los colores”, añade.
Escala de tonalidades
Cuando se comienza a pintar una ilustración, el primer paso que se debe dar es ver los colores que tiene nuestra referencia e intentar buscar una escala de tonalidades equivalente con el café. “Por ejemplo, si nuestra imagen de referencia tiene piel clara, pelo negro, camiseta roja y pantalones marrones, hemos de preparar diferentes tonalidades para cada uno de esos elementos. La piel una tonalidad muy clarita, una tonalidad mediana para el rojo, una más oscura para el marrón y una bastante más oscura para el negro del pelo”, apunta Ferrage.
Este autor también nos explica que “para hacer las diferentes tonalidades del café, hay que ir echando más o menos cantidad y café y agua”. Como es evidente, cuanto más oscura queramos una tonalidad, más cantidad de café deberá llevar.
¿Y los tonos oscuros?
“Conseguir un tono extremadamente oscuro directamente con el café es muy difícil. Para lograrlo hay dos opciones: dar varias capas de color (pintar, dejar secar, pintar otra vez por encima... y así hasta que tengamos el tono que buscamos) o podemos mezclar un poco de acuarela negra o tinta china negra”, explica este ilustrador.
Por otro lado, hay que señalar que a la hora de pintar solo hay que tener en cuenta que el tiempo de secado del café es más lento, por lo que cuando apliquemos un color deberemos esperar que se seque bien antes de aplicar otra capa de color por encima, o de lo contrario nos eliminará el color ya aplicado.
“También hemos de tener en cuenta, al igual que con la acuarela, la cantidad de agua o líquido que vamos aplicando cuando pintamos. Asimismo, las imperfecciones o errores se pueden corregir aplicando un poco de agua sobre ellas y con un papel higiénico o papel de cocina retirarlo”, explica Ferrage antes de concluir comentando que pintar con café “es una cuestión de paciencia y práctica hasta dominar bien esta técnica”.