Cómo quitar los desteñidos de la ropa blanca para no estropearla

La ropa blanca suele ser muy sensible a esas prendas de color que todavía no han experimentado el paso del tiempo y que pueden perder parte del tinte en cada lavado. Con un simple calcetín o un paño de cocina, tu ropa más impoluta puede echarse a perder en cuestión de minutos.

Para solventar este percance, existe un método infalible que se utiliza desde tiempos inmemoriables y que consiste en volver a lavar la prenda en cuestión en un recipiente de gran tamaño con agua, jabón y lejía, el ingrediente maestro. Solo hay que remover de vez en cuando y frotar suavemente la parte desteñida. Sin embargo, este producto a veces daña la ropa más delicada, por eso también puedes recurrir a otros trucos caseros y 100% naturales. ¡Toma nota!

Agua oxigenada

En este primer caso, solo tienes que llenar un barreño con agua y agregar unas tres o cuatro cucharadas de agua oxigenada. Pon la prenda en remojo entre cinco y treinta minutos y, después, introdúcela de nuevo en la lavadora como haces habitualmente.

Aunque muchas personas emplean este producto en solitario, dependiendo de las características de la mancha (si es grande o pequeña, tenue o reseca, o si se trata de una prenda delicada) se puede combinar con tu detergente habitual o, en casos más graves, unas gotas de amoníaco. 

Vinagre

Otro remedio al alcance de cualquiera. Debido a sus componentes ácidos, el vinagre también puede ser muy útil para desinfectar y eliminar las manchas más difíciles, también los desteñidos. Para ello, diluye una taza de vinagre en dos litros de agua, añade una cucharada de detergente y remuévelo todo hasta que se integre.

A continuación, introduce la prenda dañada en el recipiente y déjala que repose en la mezcla toda la noche. A la mañana siguiente vuelve a lavarla a mano y con agua fría, frotando especialmente sobre la mancha.

¿También sirve el limón?

Aunque algunos aseguran que no es tan eficaz como el resto de técnicas, otros defienden que si el desteñido no es demasiado intenso, el limón también es capaz de eliminarlo. De sobra son conocidas sus propiedades blanqueantes y antibacteriales, que puedes aprovechar igualmente con tu ropa blanca. Además, en este caso, el proceso es mucho más rápido y sencillo.

Solo tienes que cortar un limón por la mitad, frotarlo directamente contra la mancha y dejar que el jugo penetre en ella. Después, coloca la prenda en un lugar donde le de el sol y comprueba si la mancha desaparece con el tiempo. Cuando lo hayas conseguido, lávala como de costumbre para eliminar los restos de limón.