¿Cómo se utilizan las cafeteras de cápsulas?

Hay pocas cosas tan deliciosas como disfrutar de un café recién hecho en casa. Si en casa solo lo tomas tú a diario, puede que una cafetera se te quede grande y al final acabes tomando el café recalentado. Las nuevas cafeteras con sistema de cápsulas pueden ser la solución para tener siempre el café al momento, y son muy sencillas de utilizar. Te contamos cómo hacerlo.

¿Cómo se utilizan las cafeteras de cápsulas?

Se trata de pequeños envases monodosis (de un solo uso) que se introducen por la boquilla de la cafetera. En ocasiones hay que accionarla con una palanca que empuja la cápsula al interior de la máquina, en otras cae directamente, y solamente tenemos que dar a un botón para que comience a funcionar. El agua del depósito, que habremos rellenado previamente, empezará a infusionar la dosis de café. Algunas cafeteras de cápsulas tienen varias opciones para hacer un café corto, mediano o largo, mientras que en otras deberás volver a accionar el botón de encendido para cortar el flujo de café.

¿Todas las cafeteras de cápsulas son iguales?

Aunque la marca comercial Nespresso ha sido la que las ha popularizado, en la actualidad existen otras cafeteras en el mercado que emplean un sistema de cápsulas similar, como Tassimo, Dolce Gusto, Illy o Lavazza. Cada una tiene su propio modelo de cápsulas, que no son compatibles entre sí, aunque en el supermercado encontrarás paquetes de otras marcas que sí sirven para estas cafeteras y son un poco más económicas que las oficiales. Solo debes fijarte en el modelo que se indica como compatible.

Uno de los puntos fuertes de las cafeteras con sistema de cápsulas es poder elegir la intensidad del café, desde mezclas ligeras o descafeinadas a otras con más cuerpo para los cortados, de distintos orígenes, ecológicas e incluso de comercio justo. En algunos modelos de cafetera también puedes hacer infusiones, chocolates y otras especialidades. 

Algunas cafeteras de cápsulas incluyen accesorios para calentar y preparar la leche, como el Aeroccino de Nespresso, que calienta y bate la leche hasta conseguir la espuma típica de los capuccinos.

¿Y después?

Después de degustar tu café, no puedes olvidarte de un gesto imprescindible. Las cápsulas están realizadas en plástico o en aluminio, y generan una gran cantidad de basura. Es imprescindible reciclarlas, bien en la bolsa de restos de envases, bien en los propios puntos de recogida de cápsulas de las marcas comerciales, si lo tienen. Acumúlalas en casa y no te olvides de llevarlas cuando hagas tu próxima compra.