Mariola Báez
Cómo
Cómo “sobrevivir” a las reuniones familiares navideñas que se avecinan
Hijos, nietos, cuñados… Consejos para que las personas mayores disfruten de una sobremesa en armonía
Las luces que empiezan a adornar las ciudades y los anuncios publicitarios se encargan de recordarnos que falta poco para que, un año más, llegue la Navidad con todas sus costumbres y tradiciones.
Cada persona la vive a su manera, pero, en general, en estas fechas los sentimientos de alegría y nostalgia van de la mano, excepto en los niños, que son la viva imagen de la felicidad y la ilusión.
Junto a los regalos, los turrones y los villancicos, si algo propio de estos días son los encuentros familiares en comidas o cenas en las que queremos que todo salga perfecto. Sin embargo, no es nada extraño que en esas reuniones el espíritu navideño se “enturbie” y se produzca más de una situación incómoda o tensa. ¿Cómo puedes evitarlas?
Evitar el estrés, primer paso para disfrutar estos días
Tal vez no reparemos en ello, pero la Navidad es una época más estresante de lo que parece: compras, arreglos de la casa, posibles viajes, planificación de comidas especiales… Los psicólogos coinciden en indicar que al estrés general hay que añadir el que provocan los reencuentros familiares, algunos esperados y deseados, y otros no tanto.
Como señalan expertos de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (@ansiedadyestres), son muchas las situaciones que pueden provocar estrés social pero, principalmente, este se desata en momentos en los que nos sentimos evaluados, sin saber si la evaluación va a ser positiva o negativa, o amenazados, aunque realmente esa amenaza no exista.
Evitar o reducir la ansiedad y sus malas consecuencias para la salud es esencial para pasar una buenas fiestas. Para ello es básico identificar qué situaciones concretas lo desencadenan. Entre las más comunes a las que, en estos días, tienen que enfrentarse las personas mayores hay que destacar:
- El lugar de celebración. Hay dos opciones: que los hijos vuelvan y se reúnan en la casa familiar o que los padres ya mayores vayan a casa de alguno de ellos. Primer posible conflicto, que podría solucionarse simplemente hablando previamente y “repartiendo” las fechas clave (Nochebuena, Fin de año…).
- Hermanos que no se llevan bien. Un clásico que siempre implica un riesgo de conflicto en las sobremesas y que los padres sufren e intentan evitar.
- Parejas. Yernos y nueras no tienen necesariamente que ser motivo de discordia, pero los posibles roces son otro tópico que, en ocasiones, se cumple. Si la pareja de cualquiera de tus hijos lleva poco en la familia, recuerda que tus costumbres le son desconocidas. Prueba a ponerte en su lugar.
- Nietos. Estos son, sin duda, la alegría de la Navidad, pero en estas fechas están revolucionados y, muchas veces, más cansados de lo que ellos mismos notan. Llamarles al orden en la mesa o, al contrario, que el abuelo se muestre demasiado permisivo a ojos de sus padres puede ser otro motivo de conflicto a los postres.
Medidas para lograr una bonita reunión familiar
Son situaciones que pueden darse y, en la mayoría de las ocasiones, se solucionan de forma sencilla y sin consecuencias poniendo cada uno un poco de su parte. Aun asi, algunos consejos nunca están de más. Estas recomendaciones de “supervivencia” pueden resultarte útiles:
- Hacer una comida o cena navideña puede suponer un trabajo y estrés excesivos. Una reunión previa para repartir las tareas, como la compra, la elaboración de los distintos platos, la decoración de la mesa o los regalos, es aconsejable. Así podréis repartir esfuerzos y todos os sentiréis implicados en el éxito de la celebración.
- No pierdas de vista lo esencial de esta reunión. Disfruta de lo importante, del hecho de estar todos juntos. Céntrate en lo positivo que, seguro, lo hay.
- Sé realista. Los psicólogos insisten en que unas expectativas demasiado elevadas pueden crear una situación de frustración que te impida disfrutar de ese buen momento. La Navidad ideal solo existe en las películas y en la publicidad. Si no sale todo perfecto, son cosas que ocurren y no deben estropear una entrañable reunión.
- Corta de raíz cualquier conversación inadecuada que intuyas que no va a acabar bien. No es momento de sacar viejas rencillas familiares o de abordar un problema económico actual. Estos deben afrontarse, pero cualquier otro día. Si tu intento sutil de cambiar de tema no da resultado, simplemente pide por favor que se deje pendiente para otro momento.
- La distribución de los comensales. Algo tan nimio también tiene su importancia. Planea tu estrategia para que dos comensales que no se llevan especialmente bien se sienten lo más lejos posible el uno del otro. No permitas que dos de tus familiares conviertan la sobremesa navideña en su particular "cuadrilátero de boxeo"
- Cuídate. Tanto si organizas un encuentro en tu casa, como si acudes a la de un familiar, la mejor manera de disfrutar del momento y hacer que disfruten los demás es encontrándote bien. En estos días es importante dormir lo suficiente, cuidar tu alimentación evitando los excesos y mantener, en lo posible, tu rutina de ejercicios y actividades.