Toni Esteve
Cómo
Cómo superar el miedo a las alturas
Podemos encontrar cura mediante terapia o tratamiento psicológico
La acrofobia o miedo a las alturas es una de las fobias más comunes. Quienes la padecen no son capaces de desarrollar ciertos trabajos, pero también pueden sufrir problemas en situaciones cotidianas como asomarse a su propio balcón o ser incapaces de disfrutar de algunas actividades de ocio, puesto que se trata de un miedo irracional y exagerado que puede impedirles incluso mirar a través de una ventana. Así, algo tan común que la mayoría hacemos cuando vamos de viaje a cualquier lugar nuevo, como buscar algún sitio elevado desde el cual poder tener una panorámica o unas vistas privilegiadas del lugar, estas personas no pueden hacerlo. Además, también es frecuente que quienes padecen acrofobia tengan pánico a volar en avión.
La acrofobia, como la mayoría de las fobias, no tiene un tratamiento farmacológico, sino que se trata de un trastorno para el cual solo podemos encontrar cura mediante terapia o tratamiento psicológico. Con todo, algunos estudios sugieren que la acrofobia está relacionada con vértigo y alteraciones en el equilibrio, que a su vez pueden tener su origen en problemas en el oído interno. En este sentido, el miedo a caer está claramente relacionado con la acrofobia. Por esto motivo, también hay algunos estudios que aseguran que una pérdida de audición, incluso leve, triplica el riesgo de tener dificultades para mantener el equilibrio al andar. Por eso las personas con discapacidad auditiva tienen una percepción mermada del entorno que les rodea y son más propensas a tropezar y caerse.
Estrés y ansiedad
Quienes sufren acrofobia experimentan tensión muscular, un aumento del ritmo cardíaco, problemas digestivos y, en general, un estado de nerviosismo, entre otros efectos. No obstante, en algunos casos las repercusiones en la salud pueden ser aún más graves, llegando a producirse desmayos o ataques de pánico. En cuanto a las técnicas para superar ese miedo, podemos encontrar muchos de los métodos que también se usarían para lidiar con el estrés y la ansiedad: de relajación; de exposición progresiva al problema para habituarnos a estas situaciones; de terapia cognitiva.
Naturalmente, no a todo el mundo le funcionará la misma terapia, de la misma manera que no a todos los pacientes reaccionan igual ante la toma del mismo medicamento. Así que la solución (y la dosis) siempre pasa por un abordaje personalizado del problema: no hay una solución mágica para curar o, al menos, aprender a sobrellevar nuestras fobias. Por esto algunos recurren también métodos como la acupuntura (sobre todo si está relacionado con un problema de vértigo) o incluso a la hipnosis para superar su miedo irracional a las alturas.