Mariola Báez
Cómo
Consejos básicos para cuidar tu lavavajillas y que permanezca impecable por más tiempo
Colocar bien la vajilla, limpiar los filtros o vigilar el nivel de sal son detalles que importan
El lavavajillas es un práctico electrodoméstico que requiere un mantenimiento mínimo y algunas medidas que ayuden a su conservación, evitando averías frecuentes, malos olores en su interior o problemas relacionas con el correcto desagüe. El buen funcionamiento de la máquina depende de algunos detalles referidos, tanto a la forma correcta de realizar el lavado como a las medidas básicas de limpieza,
Las claves para que tu lavavajillas funcione bien y te dure más
Si acabas de adquirir uno, el primer paso para que no “dé” problemas es que esté bien instalado, algo que habitualmente va a depender de un servicio técnico. Si en los primeros usos detectas que al finalizar el lavado, queda agua en el interio, puede ser que exista algún fallo en las conexiones del agua y del desagüe que debe corregirse.
En el día a día, para colaborar en el mantenimiento del electrodoméstico, procura eliminar en lo posible los restos de comida de la vajilla que hayas utilizado. No debería ser necesario enjuagar los platos antes de introducirlos en él, pero sí eliminar en las partículas sólidas (simplemente con ayuda de un tenedor).
En un lavavajillas cada elemento tiene su lugar y debes intentar seguir el orden que indique el fabricante. Es una cuestión más importante de lo que parece, por un tema de reparto de pesos y también por evitar que uno de los brazos de la máquina, que distribuyen el agua, pueda dañarse al chocar con algún utensilio de cocina voluminoso o cortante.
Para ahorrar agua y energía, siempre conviene utilizarlo aprovechando su capacidad total (o recurriendo al programa de media carga) pero es importante evitar la sobrecarga.
Controlar el nivel de sal es otra medida básica. Si no es el apropiado, el exceso de cal del agua puede acabar deteriorando el interior del aparato y la propia maquinaria que permite el lavado.
A la hora de ponerlo en funcionamiento, comprueba que has elegido el programa adecuado y, cuando finalice, apaga completamente el lavavajillas antes de abrirlo. Una vez retirados los vasos y platos, deja entreabierta la puerta unos 30 minutos para conseguir que el interior se seque totalmente, evitando la humedad que puede ser la causa de la aparición de moho o malos olores.
Por últimos, fabricanes especializados en estos aparatos recomiendan una limpieza más a fondo una vez al mes o cada 30 lavados (siempre dependiendo del uso). Esa limpieza requiere que utilices un producto específico limpia máquinas. Además, debes revisar el filtro, desmontándolo y limpiando para eliminar las posibles pequeñas partículas que hayan quedado retenidas. Si tu lavaplatos lo permite, también conviene, cada cierto tiempo, desmontar los brazos y aclararlos con agua, por si el orificio de salida estuviese obstruido parcialmente.