Marco Herrera
Cómo
Cómo poner una oferta de trabajo en Internet para buscar un cuidador de personas mayores
Cuida los términos para describir el cuidador que necesitas para encontrar a la persona adecuada
Buscar un cuidador para un familiar mayor es una tarea delicada, sobre todo si no se conoce a alguien de confianza con quien se pueda contar para esta labor. Si no se concede la ayuda a domicilio de la Ley de Dependencia o se está esperando su aprobación, las dos opciones disponibles, y más solicitadas, son las agencias de atención domiciliaria y los cuidadores particulares.
La decisión deberá basarse en términos de capacitación, costes y otros elementos propios del ámbito profesional. También se debe pensar en la situación que habrá alrededor de dichos cuidados y cuáles son las prioridades del paciente. ¿Es el tiempo y la comodidad lo más importante? ¿La gestión de la nómina y los registros fiscales parecen complicados? ¿Se desea más control en el proceso de selección del cuidador? A continuación, vemos cómo buscar a un profesional para cuidar a una persona mayor dependiente.
Determinar qué tipo de cuidador se busca
Al tomar la decisión de contratar un cuidador privado, se debe especificar en la oferta qué tipo de ayuda necesita la persona en cuestión, en función de su nivel de dependencia, preferencias y medios económicos. Muy a menudo, las personas mayores más débiles necesitan un trabajador de atención domiciliaria con experiencia previa en el cuidado personal, como bañar y vestir al paciente, trasladarlos de manera segura, asistencia para caminar o preparación de comidas. Por tanto, no olvides reflejar como algo crucial el tema de la experiencia y que esta sea demostrable.
Si el familiar tiene demencia y no necesita atención práctica, entonces se puede manejar con un auxiliar o un acompañante que simplemente garantice su comodidad y seguridad, incidiendo en tu propuesta en el acompañamiento. Si se busca ayuda básica para el hogar, un trabajador doméstico será suficiente. Cuida los términos utilizados para describir el tipo de cuidador que necesitas, así podrás encontrar a alguien con la calificación y experiencia adecuadas que pueda cuidar adecuadamente a tu familiar.
Un asistente titulado no es necesario cuando se contrata de forma privada y puede ser una ventaja potencial para expandir el grupo de solicitantes. Una vez que determines qué tipo de asistencia se necesita, elabora la lista de tareas que deberá llevar a cabo el cuidador. Esto es importante aclararlo en la oferta, para que no haya problemas ni malas interpretaciones con el trabajador contratado, de cara a las futuras tareas a desarrollar.
Para publicar estos anuncios, existen multitud de plataformas en Internet especializadas en este servicio. Basta con buscarlas concienzudamente y analizar cuál puede ser de más ayuda, aunque todas ofrecen servicios similares.
Mueve la oferta de trabajo
Ponla en boletines informativos o en tableros de anuncios en centros locales para personas mayores, residencias, iglesias y cualquier instituto donde se imparta el ciclo formativo de auxiliar de enfermería. Ponte en contacto con varias agencias locales de atención domiciliaria y pregunta si pueden recomendarte a un asistente que esté interesado en un trabajo privado. A veces, las agencias tienen listas de asistentes que, por diversas razones, no pueden contratar y que esperan una llamada.
Como hemos visto anteriormente, publica la oferta en sitios web de atención para personas mayores, así como en portales de búsqueda de trabajo. Hay algunos que no cobran por hacerlo y es un lugar donde los profesionales de cada sector suelen mirar. Antes de programar una entrevista, solicita identificación, capacitación o certificaciones, y comprueba las referencias cuidadosamente.
Recuerda que hay portales en los que los trabajadores deben desarrollar tanto su formación como su experiencia, lo cual puede darte una mayor idea de cara a la contratación. Aunque debes verificar posteriormente que lo que dice en su perfil es cierto, puede darte una idea de los conocimientos del cuidador y su experiencia con personas que necesiten cuidados similares a los de tu ser cercano.
Recomendaciones personales
Una de las mejores formas de encontrar un cuidador es tener una recomendación personal de un amigo o familiar de confianza. El boca a boca suele ser un medio exitoso, así que asegúrate de preguntar a los vecinos, a tus familiares y conocidos antes de buscar. Y si conoces personalmente a una enfermero, una trabajadora social o un terapeuta, puedes pedirle que te dé unos consejos sobre el profesional a contratar y en qué aptitudes y cualidades debes fijarte según las necesidades del paciente.
Si tu ser querido ha sido hospitalizado o acude a un hogar de jubilados o centro de rehabilitación, pregunta a los profesionales de la salud que traten a diario a tu familiar sobre qué necesita y en qué aspectos debes hacer hincapié la oferta.