¿Sabías que la acupuntura también puede mitigar el dolor de tu perro?

La acupuntura es una técnica de la medicina tradicional china que consiste en insertar agujas muy finas en la piel de un paciente. Todo con la idea de mitigar el dolor que una persona siente en una zona determinada de su cuerpo. Y es que, según esta terapia milenaria, con unos pinchazos certeros lo que se persigue es lograr un equilibrio de los flujos de energía. 

Lo que igual muchas personas desconocían es que esta misma medida para tratar distintas enfermedades o patologías se puede extrapolar a los animales domésticos. Así, no es raro confiar en la acupuntura para solventar una molestia que pueda sentir un perro sobre todo en situaciones de alergia, problemas dermatológicos o patologías como la artritis. Una aplicación que a día de hoy se puede llevar a cabo en consultas veterinarias como recuerdan desde la Universidad Complutense de Madrid (@unicomplutense). 

¿Cómo se lleva a cabo una sesión de acupuntura con perros?

En este caso, una consulta de este tipo no dista mucho de la que podría efectuarse con una persona. Lo que se necesita para que todo el proceso sea un éxito es que la mascota esté tranquila mientras el profesional va insertando una a una cada aguja en las terminaciones nerviosas que correspondan según su dolencia. Un procedimiento que llevará unos 20 minutos, que será el tiempo que este fino instrumental está adherido a la piel del perro.

Lo que se hace durante ese intervalo temporal es, primero, desinfectar la aguja (desechable y de un solo uso) con alcohol. Cuando se trata de animales ya mayores lo mejor en estos casos es utilizar una de un grosor mayor para que el efecto de la misma se note más, tal y como explican desde el Hospital Veterinario Asturias en Gijón. Al contrario, en los perros que tienen una molestia más acusada o son muy nerviosos se emplean filamentos más finos. 

Así es como, y con varias sesiones, el animal puede ir experimentando una mejoría cuando de lo que se trata es de calmar una inflamación dolorosa en sus articulaciones.

Y es que logrando eliminar parte del dolor, parece ser que se podría mejorará la calidad de vida de la mascota.

Un aspecto positivo que también es que si se complementa con otras técnicas beneficiosas, se refuerzan sus efectos. Es el caso de la electroestimulación (para segregar endorfinas), el empleo de la moxibustión (por medio de las hojas de la artemisa en forma de un puro o cigarro encendido) o los masajes terapéuticos. Tampoco vendría mal si como parte del tratamiento del animal se recurre a una dieta personalizada donde no falten las fórmulas a base de plantas. 

Artritis en el perro, un problema muy común

Uno de los objetivos de la acupuntura canina es mitigar el dolor que sienten estos animales domésticos cuando se encuentran ante un problema de inflamación de sus articulaciones. Y es que no es nada raro que algunos animales (uno de cada cinco para ser concretos) padezcan este tipo de patología articular con el paso de los años y sobre todo si son ejemplares con sobrepeso.

Precisamente, el exceso de kilogramos se está convirtiendo en una "epidemia" hasta el punto de que la mitad de los perros domésticos deberían tener un peso algo más bajo como aseguran desde la organización veterinaria británica PDSA (@PDSA_HQ). No tanto por un problema estético sino sobre todo de salud.

En el caso que atañe a este reportaje, la obesidad canina se traduce en que los huesos tienen que hacer un mayor esfuerzo a la hora de cargar con todo el cuerpo del animal. Las consecuencias, más tarde o más temprano, son unas articulaciones dañadas que empeoran especialmente cuando se trata de mascotas ya mayores.

Para evitarlo, lo mejor es preocuparse por la alimentación del perro, además de asegurarse de que sigue una ruta diaria de lo más activa. Sin embargo, sin estas medidas preventivas, no es difícil observar finalmente algunos síntomas que alertan de un caso artritis canina y que precisan de un tratamiento inmediato por parte del veterinario. 

• La señal más evidente es que el perro empieza a cojear. A su vez, tiene problemas para moverse con normalidad especialmente si intenta correr o subirse a un sitio más alto (por ejemplo, al sofá). Eso se nota también cuando parece estar más cansado de lo habitual y se para al recorrer apenas unos metros.
• Si el perro adopta una postura extraña es que el dolor también se ha extendido hacia la zona de su espina dorsal y no solo se concentra en sus patas. 
• Una molestia, en algunos casos bastante dolorosa, que hace que el perro se muestre irritable, nervioso y sin apenas ganas de comer.