Teresa Rey
Cómo
Descubre distintos métodos para agrandar tus zapatos
Existen varios trucos con los que ensanchar el calzado si nos queda algo justo y es incómodo
¿A quién no le ha ocurrido en alguna ocasión que se ha comprado unos zapatos nuevos y le quedan algo justos? Aunque sean de nuestra talla, nos aprietan ligeramente en la parte del empeine y nos resulta algo molesto caminar con ellos. A veces tiene que pasar un tiempo hasta que se amoldan a la anchura de nuestros pies, pero puede prolongarse más de lo deseado, aunque si no queremos esperar existen trucos para agrandar los zapatos. Da igual qué tipo de calzado sea, zapatillas, de cuero, de ante o de charol, cualquier modelo puede modificar ligeramente su forma para ser mucho más cómodo. ¿Cómo podemos conseguirlo?
Horma de madera
Una de las formas más habituales de agrandar zapatos de cuero es recurrir a una horma de madera. Con este artículo podremos estirarlos tanto a lo ancho como a lo largo y también se puede usar en los que sean de charol. Primero, deberemos tener claro si queremos alargarlos en un sentido u otro, para adquirir un tipo de horma determinada, y sino buscar una que nos ofrezca ambas posibilidades.
Para colocar la horma no es necesario usar ningún producto adicional, solo tienes que meterla de tal modo que quede bien ajustada en el interior. Este aparato tiene unos tornillos y perillas que se deben amoldar de forma correcta según nuestro objetivo. En ocasiones, incluyen algún suplemento que permite que una zona concreta se pueda dar de sí, como la parte de los juanetes. Normalmente es un proceso lento y suelen tardar unos días en hacer su efecto. Como medida extrema, si tienes algo de prisa porque los necesitas para un evento especial, puedes echar por encima algún espray para ablandar calzado de cuero o de charol y así acelerar el proceso.
En el caso de los zapatos fabricados con cuero y, sobre todo, si se trata de una bota de este material, puedes recurrir a un truco casero. Tienes que llenar una bolsa con agua, de las que se usan para guardar alimentos con cierre zip, hasta aproximadamente la mitad. Debes asegurarte de que está bien cerrada y que no se salga nada del líquido porque, de lo contrario, el calzado se estropeará. Como alternativa, se pueden emplear bolsas de gel para congelador.
El paso siguiente es introducir la bolsa y tratar de que quede bien distribuida por todo el interior del zapato, haciendo algo de presión para que haga su efecto. Luego tienes que meter cada par de forma independiente en una bolsa de plástico e introducirlo en el congelador. Aquí tienen que permanecer unas ocho o doce horas. Así, durante el proceso de congelación, el hielo formado hará que el cuero se expanda.
Cuando los saques del refrigerador deberás esperar a que las bolsas se derritan, pues si las quitas bruscamente puedes dañar el cuero. A continuación, es recomendable que te los pruebes para ver si, efectivamente, se han agrandado y ya puedes caminar de una forma más cómoda.
Cuando son de ante
Los zapatos de ante se han de modificar de otra manera. Un método muy sencillo es ponértelos, siempre con calcetines, y aplicar aire caliente sobre ellos con un secador de pelo. Tendrás que moverlo igual que si lo estuvieras usando para tu cabello, ya que de este modo evitarás que se despegue cualquiera de los elementos del calzado. A la par, deberás mover los dedos de tus pies para facilitar el proceso. Camina un rato con ellos hasta que se enfríen y, una vez que lo hayan hecho, vuelve a repetir todo el procedimiento. El calor finalmente hará que se dilaten, así conseguirás que se ensanchen.
Otra opción para este tipo de calzado es el alcohol isopropílico. Al igual que en el caso anterior, tienes que ponértelos y, a continuación, rociarlos con este producto. Mientras este se seca, deberás dar unos pasos para conseguir el efecto deseado. Si ves que no lo consigues a la primera, será necesario que repitas cada paso hasta lograrlo.
De tela y zapatillas
En el caso de que el material sea un tipo de tela, el truco de las bolsas con agua se puede aplicar igualmente. Solo que ahora es recomendable que los dejes más tiempo en el congelador, al menos un día entero. Después, tendrás que seguir los mismos pasos que en el otro ejemplo y, antes de probártelos, esperar a que la bolsa se descongele, algo que puedes propiciar aplicando calor sobre los mismos.
En cuanto a las zapatillas deportivas, puedes usar medias o calcetines enrollados hasta que adopten el volumen deseado. Tendrás que introducirlos en su interior hasta que no quede ningún hueco y dejarlos así, al menos, ocho horas. Si ves que no es suficiente, puedes intentarlo una vez más e incluso esperar más tiempo.
Otro truco bastante asumible es coger papel de periódico o revista y hacer una bola, pero estando este humedecido. Cubre toda su superficie y espera a que se seque. Remuévelo todo y comprueba el resultado. Si quieres lograr un efecto más seguro, también las puedes introducir en el congelador con el papel levemente mojado durante unas horas.