Teresa Rey
Cómo
¿En qué debemos fijarnos para evitar caer en una estafa inmobiliaria?
Siempre debemos desconfiar de los "chollos" y, en ningún caso, adelantar una cantidad de dinero
Las estafas y timos en torno al sector inmobiliario suelen ser frecuentes, ya que los delincuentes pueden obtener importantes cantidades económicas en poco tiempo y de una forma sencilla. Tanto el alquiler como la compra de una vivienda implican un desembolso de dinero importante y es por ello que los estafadores saben que pueden obtener pingües beneficios de estas transacciones. Muchas veces podemos ser víctimas de estos delitos porque no hemos analizado ciertos detalles, pero con un poco de atención hay una serie de signos de alerta que cuando menos nos tienen que hacer sospechar de que estamos ante un posible engaño.
Contemplado en el Código Penal
El delito de estafa inmobiliaria se encuentra contemplado en el Código Penal y las penas de prisión pueden ir de uno a cuatro años. Aparece recogido en el artículo 251.1 y establece estas penas para aquel “que enajenare cosa mueble o inmueble, nuevamente, antes de la definitiva transmisión al adquirente, en perjuicio de éste, o de un tercero”. Es decir, esta delito se comete cuando el autor del mismo se encarga de vender una vivienda, local, terreno, a pesar de no ser su propietario o bien cuando lo vende a varias personas distintas habiéndose ya vendido anteriormente.
En la pena se tienen también en cuenta el importe que se ha defraudado, el perjuicio económico causado y elementos diversos que agraven la actuación del malhechor.
Cuidado con internet
Uno de los lugares donde más se están dando este tipo de estafas es internet. En estos casos, el gancho es el precio de la vivienda, que suele ser muy competitivo, pero además se trata de casas situada en barrios muy buenos de la ciudad en cuestión, considerándose una auténtica ganga. Se da tanto en el caso de pisos de alquiler como en venta. Aunque es más habitual en los primeros.
Aquí se suele indicar un teléfono extranjero para contactar, algo que ya desde un primer momento nos debe extrañar. Si al final llamamos, este nos dirá que al no estar en España no le es posible enseñar el inmueble, y es probable que nos envíe fotos para dar credibilidad a lo que está diciendo. Después nos presionará para que le mandemos una señal asegurando que tiene varios interesados y que si no le damos una respuesta inmediata tendrá que decantarse por alguno de ellos.
Todo esto nos tiene que hacer desconfiar. Si tenemos dudas podemos pedirle los documentos que acrediten que es el propietario de la casa, aunque puede mandarnos documentos falsificados, por ello deberemos contrarrestarlos con algún experto. En cualquier caso, nunca es recomendable adelantar cantidades sin ni siquiera ver el lugar donde vamos a vivir.
En otras ocasiones, los estafadores se valen también de páginas web que ya son conocidas en este mundo y para contactar con el posible cliente usan el pishing. Es decir, envían un correo electrónico haciéndose pasar por una empresa de compra-venta de inmuebles y le ofrecen una serie de ventajas a la víctima, pero a cambio le van a solicitar siempre que ingrese por adelantado una cantidad haciendo para ello clic en un enlace que enviarán en el correo.
Si al final picamos es posible que infecten nuestro ordenador con un virus y accedan a nuestros datos. Debemos fijarnos en que las direcciones de esos correos para ver si se corresponden con el dominio oficial de la web, en si están bien escritos y sin errores gramaticales, y si se solicita dinero por adelantado, declinar hacerlo.
Otro aspecto que nos debe hacer dudar es cuando después de cerrar un trato de alquiler o venta y haber pagado las señales acordadas, el supuesto inquilino nos dice que nos va a entregar las llaves por mensajero. A veces ocurre que este nunca llega y nos vemos sin el dinero y sin el piso. Cuando nos digan esto hay que desconfiar, pues la entrega de llaves se ha de efectuar siempre en mano.
La estampita
Dentro del mundo inmobiliario es muy conocido el Rip Deal o timo de la estampita, solo que aplicado a este sector. Los supuestos compradores se hacen pasar por un grupo de empresarios extranjeros. Buscan un anuncio y llaman desde fuera al propietario diciendo que representan a un hombre de negocios interesado en comprar la vivienda, y además ofrecen más cantidad de lo se pide por ella, pero a cambio solicitan que parte de la gestión se haga en dinero negro
Después, con la excusa de que poseen una gran cantidad de billetes de 500 euros que no pueden mover con facilidad en su país, indican al vendedor el intercambio de esta suma por billetes de menor cuantía, todo ello a cambio de recibir una comisión. Al final si se accede, los delincuentes conseguirán cambiar billetes falsos por otros legales, y nos habrán estafado.
En este último caso, los indicios de que algo no va bien son casi evidentes desde el primer momento, sobre todo, desde el instante en el que nos indican que nos van a dar más dinero por nuestra vivienda y además abonarlo de una manera ilegal.