Teresa Rey
Cómo
El peligroso fraude del 'skimming' o la clonación de tarjetas
En estos casos, se utiliza una tecnología específica que permite duplicar tarjetas en un despiste
Las tarjetas bancarias resultan cómodas para realizar los pagos en los comercios o lugares de ocio, y son el método de pago preferido de las compras online, pero usarlas a veces tiene sus riesgos. Uno de ellos es el skimming o clonación de tarjetas. El término inglés hace alusión al aparato que se suele usar con más frecuencia a la hora de realizar este acto delictivo, un skimmer, un dispositivo preparado específicamente para duplicar las bandas de las tarjetas que se van a clonar.
Cómo se hace la clonación
Estos delincuentes actúan de diversas maneras para acceder a los datos de estos medios de pago. Resulta habitual que al acudir a un restaurante y pagar con tarjeta de pronto se la lleven, desparece de nuestra vista y mientras tanto no sabemos qué han hecho con ella. En este intervalo de tiempo en el que ha desaparecido es cuando se hace el clonado. El skimmer es un aparato pequeño que emplea una tecnología similar a la que usan los cajeros automáticos para leer las bandas magnéticas de las tarjetas. Basta con pasar estas por el mismo para obtener los datos necesarios que permitan efectuar una clonación.
También puede hacernos sospechar otro hecho bastante común, y es que al ir a pagar de pronto el terminal no funcione y con esta excusa pasen la tarjeta por otro. En este preciso instante de confusión es cuando se produce la clonación.
Otro lugar dónde es fácil que ocurra este hecho es al acudir un cajero automático. En estos casos además de colocar los sensores mencionados, se sitúan de forma oculta y disimulada cámaras pequeñas para leer el PIN o clave de acceso. De esta manera, los malhechores poseen dos aspectos fundamentales para operar con las tarjetas como si fueran propias: por un lado nuestros datos, y por otro el PIN, con el que incluso podrán sacar dinero o pagar cantidades elevadas en los comercios gracias a los plásticos clonados que utilicen con la información sustraída.
Este es uno de los motivos por el que se pide que al sacar dinero en los cajeros, situemos siempre la mano delante al teclear la clave de seguridad. De esta manera, se lo ponemos un poco más difícil a los ladrones, ya que al menos no podrán obtener dinero o efectuar transacciones con importes elevados.
Cuando los skimmers se colocan en los estos dispositivos de los bancos a veces los detectan los propios usuarios. En ocasiones se trata solo de estar algo más pendiente, ya que el cajero suele presentar un elemento fuera de lo común, un teclado diferente, la pantalla cambiada de sitio o algún componente suelto, por ejemplo. Cuando notes algo extraño, lo mejor es informar a alguien de la sucursal y en el caso de que esté cerrada acudir a otro cajero o esperar al día siguiente.
Cómo evitarlo
Para evitar el skimming tenemos que intentar ser lo más prudentes posibles con el uso de las tarjetas. Lo primero que debemos saber es que estas no deben desaparecer de nuestra vista en ningún momento. Si a la hora de pagar nos dicen que se la tienen que llevar, o bien nos vamos con quien lo haga o bien solicitamos que acerque el terminal a nuestra mesa o donde nos hallemos para que esté siempre delante de nosotros.
En los comercios, para ser precavidos es mejor taparlas con la mano cada vez que pongamos el PIN. Aunque esto no impide su clonación como hemos visto, sí limitamos el que se puedan efectuar ciertas operaciones.
En el caso de consultar el estado de tu cuenta e imprimirlo, esta información no debe quedar a la vista de cualquiera, por lo que es recomendable que una vez la hayas leído la tires directamente a la basura y lo mismo debes hacer con los tickets de compra, siempre que haya pasado el periodo pertinente para una devolución o de garantía.
Si al pagar en un terminal este no funciona, antes de que el dependiente pase de nuevo la tarjeta asegúrate de que aparece el mensaje de que la operación se ha cancelado. Hasta que no sea así no se debe pasar de nuevo. De esta manera, evitarás cargos indebidos.
Cuando clonan una tarjeta normalmente no nos enteramos. Por este motivo, se recomienda mirar con relativa frecuencia el estado de las cuentas. Así podremos comprobar si estas de pronto presentan cargos que no hemos efectuado. Si es así, lo primero que tendremos que hacer es pedir al banco que bloqueen la tarjeta por este motivo y proceder a poner la correspondiente denuncia.
De igual modo, nunca se debe dar información acerca de estos productos bancarios a ningún desconocido. Si se trata de una llamada telefónica en la que por ejemplo se hagan pasar por nuestra entidad, debes saber que esta ya tiene nuestros datos, por lo que no tiene sentido que nos los soliciten. En caso de duda, lo mejor es no responder y acudir a la oficina para averiguar si realmente esa llamada procede realmente del banco.