Victoria Herrero
Cómo
Cómo se deben usar los auriculares para evitar que dañen los oídos de los mayores
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Jueves 26 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 26 de diciembre de 2019 a las 7:37 H
6 minutos
Lo mejor es utilizar los modelos de tipo diadema que causan un menor impacto auditivo
En ocasiones no nos damos cuenta, pero la salud de nuestros oídos también es importante a la hora de cuidarnos, sobre todo cuando pasamos una barrera de edad en la que, en la mayoría de las ocasiones, se va produciendo de forma gradual una pérdida de audición. No está de más seguir unos hábitos preventivos saludables y una visita de vez en cuando para que nos hagan una revisión.
Puede que no lo sepas, pero si sometemos de forma constante a nuestros oídos a un volumen mayor de 80 decibelios empezaremos a comprometer nuestra salud auditiva. Para que te hagas una idea, un avión despegando supera los 140, un martillo neumático a pleno rendimiento se encuentra por los 130 y acudir a un concierto de rock es someternos a 120 decibelios en directo. Por su parte, por debajo de ese umbral recomendado está el sonido de una aspiradora (65), una conversación a un tono normal (alrededor de 50 decibelios) o el sonido relajante del mar que no se excede de los 30.
La mala práctica, en relación a nuestros oídos, se produce sobre todo cuando nos ponemos cascos o auriculares para escuchar música mientras hacemos deporte, estar al tanto de la radio si no queremos molestar a una persona que está a nuestro lado... Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de consejos si no queremos que, con el tiempo, perdamos esa capacidad auditiva y formemos parte de las estadísticas que maneja la Universidad de Leicester (@uniofleicester).
En las conclusiones de un estudio que llevaron a cabo estos investigadores se detalla que un alto volumen en este tipo de auriculares puede dañar el revestimiento de las células nerviosas (la llamada mielina) y eso con el tiempo se traduce en una sordera temporal o, en el peor de los casos, que no volvamos a oír de forma permanente.
Los mejores auriculares para la salud de tu oído
Antes de medir el volumen de tus auriculares o cascos, nuestra recomendación es que primero te hagas con unos del modelo de diadema, sobre todo en el caso de las personas mayores. La diferencia con los más pequeños que se introducen en el oído es que estos últimos hacen que el impacto del sonido en nuestro canal auditivo sea mayor y por lo tanto haya un mayor riesgo de daño. Además, al intentar meterlos para ajustarlos o sacarlos, puede que nos hagamos daño en el tímpano por ese efecto ventosa que produce. Lo mejor, entonces, es girarlos para desprenderlos con sumo cuidado.
Y nada de compartirlos con más gente. Las bacterias que una u otra persona puedan tener en el oído pueden causar algunas infecciones, sobre todo si son de mala calidad y cuentan con un precario revestimiento de espuma.
No solo es más adecuado que los mayores elijan esos modelos de diadema, sino que vendrá mejor para su salud auditiva si, además, ese dispositivo tiene cancelación de ruido externo. Esta novedad no solo ayuda a que se mejore la calidad de lo que estamos escuchando en ese momento sino que no tendremos que estar subiendo el volumen de ese sonido cada vez que estemos en un ambiente de mucho ruido.
Y si ya nos ponemos pulcros a la hora de elegir los mejores, es importante fijarnos en su ergonomía. Si la parte superior está acolchada, resultará más cómodo a la hora de colocarlos en la cabeza de una persona mayor. Lo mismo que si la parte de las orejeras están protegidas con algún tejido similar a la piel.
Y pasamos a la parte esencial, el volumen de nuestros casos. Como hemos comentado antes, no debemos excedernos de decibelios por lo que lo más recomendable, y sano, es que esa gradación de intensidad esté por debajo del 70% del volumen máximo que permite ese dispositivo. En los aparatos más modernos incluso te sale una nota de advertencia para que no subas tanto el volumen ya que podría ser perjudicial para tus oídos.
No los uses más de una hora seguida
Es una recomendación que hace la misma Organización Mundial de la Salud (@OMS_es). No excedernos de ese tiempo a la hora de usar unos auriculares de forma seguida. Si por una cuestión de necesidad, debe hacerse durante más tiempo, lo aconsejable es dejar descansar a nuestros oídos durante unos 5 minutos cada rato y empelar protectores auditivos. Y es que la salud de los oídos, sobre todo si hablamos de los mayores, parte de una conjugación en la que resulta igual de importante limitar tanto la intensidad de ese sonido como el tiempo de exposición al mismo.
Para cumplir con esta máxima, te damos una fórmula que seguro recordarás: 60-60. Es decir, no usar esos auriculares más de 60 minutos al día y mantenerlos en el 60% del máximo de volumen permitido.
Y es que esos problemas de salud no solo se refieren a una pérdida de audición, sino que las patologías son muchas más:
- Zumbidos o pitidos en los oídos.
- Tener una mayor sensibilidad a todo tipo de sonidos ambientales lo que hace que puedan llegar a ser molestos o incluso dolorosos.
- Fatiga auditiva que acompaña a una disminución temporal de la audición.
- Cefaleas, insomnio o irritabilidad.