Decoupage: ¿qué es y cómo poner en práctica esta técnica?

Probablemente si te gustan las técnicas manuales en alguna ocasión hayas oído hablar del decoupage, y si no es así, a continuación descubrirás en qué consiste y para qué se utiliza. Lo primero que debes saber es que se trata de un método decorativo para cualquier superficie, y si la controlas puedes llegar a crear efectos realmente llamativos, que darán un aspecto totalmente distinto a una caja, una bandeja, un armario, una consola… Así podrás incluso cambiar el aspecto de tu hogar dándole un o toque diferente si ya te has cansado de ver siempre la misma decoración.

Efecto pintura

Dicho de una forma muy básica el decoupage se basa en decorar usando imágenes de papel o de telas recortadas, fijándolas a la superficie por medio de un barniz. Es un término francés cuyo significado es recortar. Se puede usar sobre cualquier tipo de material: cerámica, madera, porcelana, metal, cartón, vidrio, jabones, velas… Lo que se pretende es que lo que transfieras quede de tal manera como si lo hubieras pintado con un pincel. Para entenderlo de una forma muy gráfica sería algo similar a una calcomanía pero en lugar de practicarla sobre la piel, lo hacemos sobre cualquiera de las superficies mencionadas.

Como curiosidad resaltar que no una técnica recién inventada, ya que se usaba en la antigüedad para decorar las tumbas en algunas tribus. En China se empleaba tradicionalmente para dar un aspecto diferente a ventanas, cajas y otros objetos. Luego el método se empezó a usar en Italia y de ahí se extendió a toda Europa, empleándose de distintos modos.

Se pueden usar varios tipos de papel, pero las servilletas impresas dan muy buenos resultados, y además su aplicación es más rápida, de modo que se necesitan menos capas de barniz. De hecho, estas son las que más se utilizan por este motivo y por los buenos resultados que aportan.

Esta técnica es un entretenimiento que te sirve para cambiar el aspecto de un mueble que ya es antiguo, o que simplemente si deseas modificarlo que muestre otro aspecto y que incluso parezca hasta nuevo. El objeto escogido es indiferente, pero sí interfiere a la hora de fijar cada material y cómo aplicarlo.

La aplicación del decoupage por lo tanto está condicionada al objeto que hayamos escogido y de lo que esté hecho. Por otra parte, matizar que existen productos que son a la vez pegamentos, barnices y selladores, de modo que simplifican el proceso en gran medida. 

Materiales y técnica

Los materiales que vas a necesitar son una brocha gorda, pincel, pegamento, barniz, lijas adecuadas para cada tipo de superficie y las servilletas decorativas.

Primero hay que limpiar y lijar el objeto que vayamos a decorar. Tenemos que asegurarnos de que la superficie está totalmente limpia y carece de cualquier resto de polvo o partícula que impida una correcta colocación del papel, que en ningún caso debe aparecer rugoso.

Si quieres pintarlo y así cambiar su imagen aún más, sobre todo si es madera, puedes hacerlo igualmente. Para este paso hay que dar la capa de pintura tras lijarlo y limpiarlo. Lo normal es pintar la madera de blanco, ya que así se resaltan más los dibujos.

Mientras se va secando la pintura, iremos recortando las figuras o dibujos de las servilletas que hayas escogido. Se trata de ir recortando varias y después las vamos colocando como queramos sobre el artículo en cuestión.

A continuación, tendrás que irlas fijando y para ello es necesario que utilices el pegamento. Lo puedes rebajar con agua y después lo extiendes a lo largo de la zona donde vayas a colocar cada recorte con el pincel. Debes procurar que se quede bien extendido, y que no que haya ni burbujas ni grumos. Para conseguir un efecto totalmente liso, puedes presionar levemente con la yema de los dedos, con mucho cuidado, o con una espátula. Tiene que ser algo con el borde recto para que no se generen imperfecciones.

El siguiente paso es dejar secar el papel, y puedes esperar varias horas para asegurarte que se ha fijado correctamente. Después, tendrás que aplicar el barniz transparente con la brocha gorda y sobre todas las figuras de papel que hayas colocado. Acto seguido dejarás secar otro rato.

El proceso es exactamente igual si has empleado tela u otro tipo de papel. Ahora bien, en estos casos es posible que los bordes te queden un poco salientes. Si es así, los lijarás para tratar de hacerlos integrar aún más con la superficie y que se acentúe el efecto pintura. Además, aplicarás las capas de barniz que consideres necesarias para que se incremente igualmente esa sensación de pintado.

Si controlas el decoupage puedes llegar a tener un mobiliario muy colorido y original, pues es apto para sillas, cajoneras -si lo usas para decorar la parte delantera de los cajones, el resultado es muy original-, e infinidad de muebles. Al final, lo que consigues con esta técnica es dar un aspecto mucho más colorido a las estancias de tu hogar.