Victoria Herrero
Cómo
Cómo proteger tus plantas de interior de plagas y enfermedades
En la mayoría de los casos, esas afecciones se deben sobre todo a la presencia de parásitos
No hay nada como decorar la casa con unas plantas. Un ser vivo que es más que un mero elemento de interiorismo. Y es que las flores y las macetas que puedes tener en tu hogar te ayudarán a absorber los gases contaminantes, a purificar el aire y a dar ese toque de humedad que, en ocasiones, alguna estancia necesita.
Además, resultan muy estimulantes a la hora de crear espacios relajantes y libres del estrés del día a día. El mismo sentimiento que transmite dedicarles algo de tiempo, pues muchas personas encuentran muy placentera la afición por la jardinería.
Sin embargo, a veces ese cuidado precisa conocer las plagas más frecuentes que pueden atacar y, en el peor de los casos, matar a tus plantas. Para evitarlo, lo mejor es saber de antemano los problemas que pueden afectar a las especies de interior, que suelen ser las más utilizadas. De esta manera, podrás combatir esas enfermedades cuando las veas aparecer o incluso antes.
Peligros que pueden acabar con tu planta favorita
Es cierto que este tipo de vegetales no se encuentran sometidos a las agresiones externas y las inclemencias del tiempo, pero eso no quiere decir que no se deban extremar las medidas de protección para que duren muchos años. Daños que, en la mayoría de las ocasiones, se deben a algunas de estas causas: factores ambientales, una tierra inadecuada, exceso o falta de fertilizante o la presencia de parásitos. Teniendo esto en cuenta, toma nota de algunas de las afecciones más habituales.
Cochinilla
Te enfrentas a uno de los insectos más resistentes. Y es que la plaga de este parásito, que se asemeja a un pequeño grano de pimienta o a una bola de algodón, absorve la savia de los cactus y otras plantas similares. Cuando este se ha cebado con buena parte de la planta, observarás que tanto el tallo como las hojas muestran un mal aspecto. Ante las primeras señales, puedes usar un insecticida que tenga cryptolaemus o tiocloprida, o bien un cepillo de dientes viejo impregnado en alcohol. Un truco casero que resulta muy eficaz.
Moho gris o botrytis
En este caso, el responsable es un hongo que ataca a la planta cuando esta tiene un exceso de humedad y apenas cuenta con ventilación. Una enfermedad que detectarás al ver áreas putrefactas que se cubren de un moho de color gris. ¿Qué se puede hacer para solucionarlo? Lo mejor es que cortes las partes afectadas y uses después un producto fungicida específico para este problema.
Insectos escama
Si regando tus macetas ves escamas circulares sobre las hojas o la tierra, significa que la planta ha contraído una enfermedad provocada por este tipo de larvas. Para acabar con ellas, una de las mejores tácticas es rociar toda la planta con soluciones en cuya composición haya acetamiprida. También puedes usar un aceite especial para especies naturales de interior.
Roya
Esta plaga se presenta en forma de esporas de color naranja que se acumulan en el tallo y las hojas. Su origen no dista mucho de la que provoca el moho gris y la solución para evitarla es la misma que en ese caso.
Raíces en mal estado
Pero puede que el problema se localice en la propia raíz. En este caso, quizás hayas regado demasiado la planta o la tierra empleada para trasplantarla no deja que el agua se filtre de la mejor manera. Para evitarlo, la primera medida es que seas más cauteloso a la hora de regar la maceta y retires el exceso de agua que pueda quedar en el plato inferior sobre el que se sustenta la misma.
Pero si ya es demasiado tarde, lo que puedes hacer es dejar secar la tierra durante algunos días o bien, si no queda más remedio y para evitar que muera, cambiarla totalmente y sustituirla por una mezcla con arena. Una solución eficaz que facilita el drenaje y te garantiza que no vuelva a ocurrir.
Unos buenos cuidados
Pero de nada te servirán estos consejos y saber todo acerca de las enfermedades más comunes que pueden atacar a tus plantas de interior si no sigues las pautas de cuidado más básicas.
En este sentido, lo primero es asegurarte de que reciben la luz que necesitan en cada caso. De no ser así, el resto de las recomendaciones no harán efecto a la hora de mantenerlas en perfecto estado. Por eso, en tu vivienda, coloca siempre estas macetas cerca de una ventana o una galería lo suficientemente luminosa como para que pueda hacer su función más vital: la fotosíntesis.
Asegurada su dosis de vitamina D, el siguiente paso es regarlas adecuadamente, pues es igual de nocivo no hacerlo que utilizar una cantidad de agua excesiva para ello. En la mayoría de los casos, las que están dentro del hogar necesitan un riego menos continuado, pero eso no quiere decir que la tierra esté completamente seca. Para saber el momento ideal, comprueba la humedad de esta y saldrás de toda duda.
Otro de los aspectos que tienes que tener en cuenta es que tus plantas de interior no sufran cambios bruscos de temperatura o estén expuestas a corrientes de aire. Si esto sucede, verás como poco a poco sus hojas se van cayendo. Nuestro último consejo es que cambies la maceta cuando veas que el crecimiento de la planta es considerable. Aprovecha ese momento para, además, añadir algo de abono para aportarle más nutrientes.