Carlos Zapatero
Cómo
¿Cómo puedo reducir el consumo de agua en mi hogar?
En la cocina y en el baño encontramos las dos grandes oportunidades para economizar el consumo
El agua es uno de los recursos naturales más imprescindibles para el desarrollo de nuestra vida diaria. Además de la importancia que su cuidado (y no derroche) que tiene a nivel medioambiental, es uno de los factores más importantes cuando hablamos de la economía doméstica.
Un grifo mal cerrado, una manguera de ducha que gotea o un simple descuido pueden hacer que nuestro consumo se dispare. Sin embargo, si logramos realizar un correcto mantenimiento de nuestra instalación seguro que logramos alcanzar un importante ahorro en nuestra próxima factura.
En la cocina, nuestra gran oportunidad
En la cocina podemos encontrar una gran oportunidad cuando se trata de obtener un consumo mucho más eficiente. Mientras fregamos, nos lavamos las manos o utilizamos el lavavajillas, podemos encontrar diferentes trucos para gasta el mínimo de agua posible:
- En el lavado de platos, deja el grifo abierto únicamente cuando tengas que enjuagarlo. En el momento de enjabonarlos, ciérralo. No lo vuelvas a abrir hasta que tengas todos los platos y vasos listos para eliminar los restos de jabón y de suciedad.
- Si utlizas el lavavajillas, evita ponerlo hasta que esté completamente lleno.
- Revisa las juntas de los frigoríficos, eliminando posibles filtraciones agua. Pese a que puede parecer que apenas son unas gotas al día, es una gran cantidad de agua que se pierde al año.
- Ante de lavar cualquier sartén u olla, déjala a remojo unos minutos para ablandar al máximo toda la suciedad. Conseguirás reducir todo el agua que se pierde mientras fregamos.
¿Qué puedo hacer en el baño?
Tras la cocina, el baño es la estancia de nuestro en la que podemos ajustar nuestro consumo al máximo.
- Uno de los principales errores que solemos cometer es no prestar atención al tiempo que pasamos lavándonos los dientes. Intenta cerrar el grifo en el momento en que te los enjabones, dejando el agua reservada únicamente para el enjuague posterior.
- Lo mismo ocurre con el tiempo que pasamos afeitándonos. Es conveniente reservar el agua únicamente para cuando necesitamos quitar la espuma sobrante.
- En la ducha, cierra el grifo en el momento en el que te estás enjabonando. Son muchos los litros que gastamos en ella diariamente, pero si únicamente dejamos el agua correr en el momento en el que necesitamos eliminar los restos de jabón, conseguiremos un importante ahorro en la factura final.