Cómo hacer la salsa pesto en casa. Receta paso a paso

La salsa de pesto genovés al mortero debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y no será porque los italianos no lo hayan intentado, pero al parecer la Unesco lo denegó en su día por considerarla una receta que no necesita conservarse por ser ya mundialmente reconocida.

En cualquier caso, es una salsa como para sentir orgullo nacional. Y nos referimos al pesto casero hecho con buenos ingredientes y en mortero; ese que impregna de olor a Italia toda la casa. Los que nos venden en los supermercados, o incluso en las tiendas gourmet, pueden ser un recurso rápido para algunas ocasiones, pero nada tienen que ver.

Lo mejor de todo es que es una salsa muy sencilla de hacer en casa. Tan solo necesitamos los famosos siete ingredientes y un mortero. Si te quieres ahorrar algo de tiempo y esfuerzo puedes hacer uso de la batidora, pero te recomendamos que si tienes un mortero a mano lo hagas al modo tradicional; porque la diferencia y el maravilloso ritual bien merecen unos minutos de más en la cocina.

Para la receta nos inspiramos en los consejos que da una nonna de la región italiana de Liguria (cuna de esta salsa) en el primer capítulo del documental Sal, Grasa, Ácido, Calor, una de las series de cocina más interesantes emitidas por Netflix. Os dejamos una medidas aproximadas, pero lo que mejor funciona aquí es la medida al ojo e ir añadiendo poco a poco cada ingrediente en el mortero a nuestro gusto. Lo más importante para hacer un buen pesto es intentar conseguir productos de calidad: aunque nos salga un poco más caro, merecerá la pena.

Ingredientes

• Un mortero (preferiblemente de mármol)
• 30 gr de piñones naturales
• 1 diente de ajo (2 si te gusta más potente)
• 50 gr de hojas de albahaca fresca
• Una pizca de sal gorda
• 45 gr de queso parmesano rallado
• 15 gr de queso pecorino rallado
• Aceite de oliva virgen extra

Receta para hacer pesto casero

1. Iniciamos machacando el ajo en nuestro mortero hasta que quede hecho una crema con apariencia de mantequilla.
2. Añadimos entonces los piñones y los trabajamos muy bien hasta triturarlos del todo. Deben quedar como una pasta.
3. Es el momento de la albahaca. La incorporamos junto a la pizca de sal gruesa, ya que con ella será más fácil de machacar las hojas. No añadimos más sal, porque los propios quesos ya contienen suficiente. Podemos añadírsela al final si nos hemos quedado cortos.
4. Integramos los quesos que hemos rallado previamente. La receta original dice que debe ser 2/3 partes de parmesano y 1/3 de pecorino. Mezclamos todo bien hasta conseguir una mezcla que quede muy pastosa.
5. Vamos añadiendo muy poco a poco el aceite de oliva en forma de hilo mientras removemos suavemente y con movimientos envolventes, hasta conseguir la consistencia que más nos guste.
6. Ya solo queda cocer al dente una buena pasta italiana y ¡a disfrutar!