Mariola Báez
Cómo
Vinilos decorativos perfectos para renovar la casa ¡sin obras! Aprende a colocarlos
Son una alternativa sencilla y económica con la que darle un aire nuevo a cualquier habitación
Los vinilos decorativos están de moda, porque ofrecen un sinfín de posibilidades a la hora de darle un toque distinto y original a cualquier pared donde notes que falta “algo”. En cuestión de minutos, transforman un espacio determinado y también puedes colocarlos en ventanas, puertas, techos, electrodomésticos que quieras panelar… las empresas especializadas, ofrecen multitud de diseños y formatos, desde grandes murales que pueden ocupar toda una pared, hasta pequeños detalles, perfectos para poner una nota de color en cualquier rincón.
Motivos florales con los que adornar un salón, frases significativas, por ejemplo de bienvenida para colocar en el recibidor, estrellas, lunas o soles, ideales para la habitación de un nieto, diseños geométricos para modernizar un pequeño estudio… los tienes incluso con sorprendentes efectos 3D que, estratégicamente colocados, dan resultados fantásticos en la decoración de interiores. Un vinilo que simula un paisaje tras una ventana, perfecto para una habitación que carezca de ellas, uno que imita a la perfección el cabecero de una cama, que puede ser la solución para un dormitorio pequeño... ideas que no solo quedan bien, sino que resultan de lo más prácticas
¿Qué técnica requiere colocar un vinilo decorativo?
Aunque hay distintos tipos de vinilos, la mayoría están fabricados en un pvc especial, flexible y resistente. Los vinilos de calidad no son simples “pegatinas”. Requieren una mínima técnica de colocación que, con un poco de práctica, resulta muy sencilla. Siempre es recomendable empezar optando por los de tamaño pequeño – mediano.
Un vinilo se presenta con tres “capas”; un papel siliconado, que sirve de soporte, el vinilo propiamente dicho y un papel que lo cubre y facilita la manipulación.
Antes de ponerlo, debes comprobar el estado de la superficie donde lo vas a colocar, porque es importante que esté limpia y seca. Seguidamente, con ayuda de una regla o nivel, tendrás que señalar el punto donde irá el vinilo y márcalo con cinta de carrocero (es importante para que quede recto).
Una vez hechos los preliminares, retira el papel que lleva la sustancia adhesiva y pega el vinilo, empezando por un extremo y extendiéndolo despacio mientras presionas con tu mano o con ayuda de una espátula o rodillo. Solo falta quitar el papel que cubre el diseño que hayas elegido, y ya lo tienes.
Si tu vinilo es de tamaño considerable, el mejor método para que te quede bien es colocarlo por partes. Para que te resulte más sencillo, coloca una cinta de carrocero en la mitad del vinilo (antes de quitar ninguna capa). Adhiérelo con ella a la pared, así tendrás dos mitades que fijarás a la pared de manera independiente. Coge una primera mitad, recorta el papel siliconado, solo de esa parte y pégala. Una vez fijada, haz lo mismo con la otra mitad, y ya tienes tu vinilo listo para decorar tu espacio.