Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEs fácil que a la hora de ir a buscar un nuevo frigorífico nos fijemos solo en el precio, la capacidad y la marca, pero, si bien los tres son importantes, el primero dependerá de nuestro presupuesto, el segundo de los que seamos en casa y, el tercero, porque es garantía de calidad; también hay otros aspectos importantes que debemos tener en cuenta y que deben influir en nuestra decisión.
El consumo energético está relacionado con la capacidad de almacenamiento y la tecnología que utiliza. Razón por la que deberemos ajustar la capacidad a nuestras necesidades y buscar la que mejor nos convenga para hacernos con un frigorífico que sea eficiente, tanto para la factura de fin de mes como para el medio ambiente.
En este sentido, los expertos aconsejan invertir un poco más en la compra y adquirir un frigorífico con etiqueta A+++ (ya desde este 2021 denominado solo como “A”).
Por grande que sea el frigorífico siempre nos falta sitio. Y es que, a la hora de almacenar los túperes de comida, refrescos, botellas y demás acaba siendo un “Tetris”, mirando de cuadrarlo todo. Para que sea más fácil, lo ideal es buscar un frigorífico que permita mover las bandejas y cajones, e incluso retirarlas si necesitamos guardar algo grande. Algunos modelos disponen de bandejas que constan de dos partes que nos permite dejar una estirada y la otra levantada por si necesitamos poner algunas botellas.
Si nos fijamos en la puerta, los balcones han de poder regularse a distintos niveles e incluso poder retirarlos para ganar espacio si en las bandeja tenemos alguna pieza grande.
Si bien años atrás el frigorífico era un electrodoméstico más dentro de la cocina y esta un lugar de operaciones, el diseño también ha llegado a esta estancia de la casa y, cómo no, a los electrodomésticos que ya se fabrican para que encajen con la estética de los muebles y en función de las tendencias actuales. Atrás quedaron los clásicos frigoríficos blancos.
Hay que tener en cuenta que el frigorífico es una pieza clave en la cocina por lo que hay que cuidar el diseño para que no desentone en el conjunto de la cocina. Por ello se fabrican frigoríficos con puertas de acero inoxidable, acero mate, antihuellas -que facilitará la limpieza exterior-, cuidando la estética de los tiradores o, incluso, disimulándolos. También los hacen con un acabado de cristal, mucho más elegante y en diferentes colores. Si lo que prefieres es que pase totalmente desapercibido, están los frigoríficos integrados que mantienen la apariencia externa de los muebles de la cocina.
Podríamos decir que el frigorífico es el electrodoméstico más importante de la casa, aunque quizá el menos valorado. Lo tenemos siempre a pleno funcionamiento y cuando “se queja” nos entra el pánico, pues podemos perder la compra de toda la semana y por lo que cuesta la reparación. Por este motivo, es importante que al comprarlo nos fijemos en la garantía que ofrece el fabricante y el vendedor. En un electrodoméstico nuevo la garantía es de dos años, aunque algunas marcas y comercios ofrecen una garantía adicional por un módico precio que vale la pena aprovechar.
Tener un buen servicio técnico que respalde la compra que hemos realizado y pueda darnos respuestas y soluciones ante cualquier problema que pudiera surgir, ya sea estando el frigorífico en período de garantía o una vez finalizada, es clave. Para ello será necesario ver con qué servicio técnico cuenta la tienda, si está derivado a un tercero o si se encarga directamente la marca del electrodoméstico. Lo ideal que es sea de una manera o de otra, exista un compromiso de respuesta en 48 horas máximo y poder disponer de un electrodoméstico de sustitución.