Anna Blanco
Practicopedia
Consejos para que tu perro no ladre tanto
Es algo natural que un perro ladre pero debemos ponerle límites si lo hace de forma continua
El ladrido es un sistema de comunicación natural del perro y, por tanto, su forma de relacionarse con su entorno. Además, un perro puede ladrar por motivos muy diversos y en diferentes situaciones. Ahora bien, el problema viene cuando un perro ladra en exceso lo que es ciertamente pesado y molesto. El hecho de que esto ocurra puede deberse a diferentes causas y las más habituales son:
- Excesiva soledad del perro cuando pasa muchas horas del día solo en casa lo que le genera ansiedad por separación. Los perros son animales sociales que necesitan comunicarse e interactuar constantemente con su entorno por lo que estar muchas horas solos no es conveniente. El problema puede agravarse si existen varios perros de una misma zona en condiciones similares pues se pueden contagiar entre sí.
- Otra de las situaciones en la hay perros que ladran en exceso es la que muestra una territorialidad excesiva del can. Un claro ejemplo es cuando ladra al escuchar el timbre de casa o cuando entran visitas. Es un comportamiento 'normal' en los perros, pero si es excesivo y ante cualquier mínimo ruido en la escalera, deberemos ponerle remedio.
- Una socialización incorrecta también puede provocar un exagerado nivel de ladridos. La socialización es fundamental para que el can pueda relacionarse con su entorno de una forma sana por lo que es importante que, progresivamente, entre en contacto con otros animales y personas para que no les tenga miedo y se acostumbre.
- La genética también cuenta a la hora de que un perro sea muy ladrador ya que hay razas proclives a ser ruidosas. Entre las más conocidas están las razas de tamaño pequeño como los Chihuahua o el perro Pequinés, pero también los Caniche y los Schnauzer miniatura o aquellos con herencia de cazadores como el Fox Terrier, el Beagle o el Cairn Terrier.
- Otra razón es que existen tipos de perros muy excitables y juguetones que no pueden evitar ladrar ante algunos estímulos. Normalmente sucede cuando juegan con otros animales, hacen algo que les gusta o reciben a su dueño en casa.
- Algunos perros, por experiencias traumáticas, tienen miedo a determinadas situaciones, personas u objetos lo que provoca que ladren a la mínima.
Consejos para conseguir que no ladre tanto
Es conveniente proporcionarle al perro un entorno tranquilo ya que muchas veces un perro muy ladrador es un reflejo del ambiente en el que vive. Es probable que, si está en un hogar relajado y sin estrés, no sea tan propenso a ladrar.
Además de un entorno tranquilo, la actividad física es fundamental para que un perro esté equilibrado y no sea tan propenso a ladrar. De esta manera, dedicarle suficiente tiempo a los juegos y los paseos diarios es una buena forma de deshacerse de los ladridos causados por el estrés.
Si nuestro perro es de los que ladran en exceso durante los paseos debemos asegurarnos de que tenemos el control en estas situaciones. Para ello, debemos adoptar una postura firme y segura en todo momento. Y, si ladra al cruzarse con otros perros, no hay que estirar de la correa porque así puede interpretar que estamos nerviosos. Lo mejor en estos casos es continuar caminando con tranquilidad.
Una vez que el perro está ladrando, hay que enseñarle a que obedezca la orden de parar. Una de las maneras para conseguirlo es captar su atención con algo que haga más ruido que él (por ejemplo, una lata llena de monedas) y luego decirle enérgicamente 'cállate' o 'silencio'. Si todo va bien y deja de ladrar, será momento de felicitarlo efusivamente y darle un premio. Por cierto, nunca debemos utilizar el premio como forma de distracción cuando está ladrando, el perro solo debe conseguirlo cuando ya ha dejado de ladrar y, por tanto, está haciendo lo que le hemos pedido para que relacione la golosina con una conducta apropiada.
Además, tampoco debemos gritar a nuestro perro para que deje de ladrar ya que puede provocarle ansiedad y conseguir el efecto contrario al deseado. Incluso el perro puede identificar que nosotros también estamos 'ladrando' por lo que los gritos pueden llegar a reforzar la costumbre de ladrar.