Consejos para cuidar los pies durante los meses de invierno

Con la llegada del frío y las bajas temperaturas nuestros pies pueden verse perjudicados. Lo normal es cambiar las sandalias por zapatos cerrados, y empezar a usar calcetines. Sin embargo, esto no siempre es una solución, y en la página web del Instituto Valenciano del Pie han lanzado una serie de recomendaciones:

1. No utilices un calzado muy apretado

Llevar un calzado muy apretado no es sinónimo de que nuestros pies vayan a estar más calientes. Si oprimes en exceso los pies, la sangre no podrá circular, y estarán más fríos.

En la página de Podoactiva, explican que es muy importante adecuar los zapatos a las temperaturas y a las actividades que realicemos. Un calzado fabricado con materiales transpirables y con suela antideslizante es la recomendación principal de Podoactiva. También hay que evitar las hormas estrechas y los tacones.

En cuanto a los calcetines, los mejores son los que están fabricados con materiales orgánicos, como la lana o los algodones.

2. Cuida la alimentación

El alcohol no ayuda a combatir el frío, y el tabaco tampoco. En lugar de bebidas alcohólicas, bebe agua durante todo el día aunque no tengas sed, ya que la deshidratación puede enfriar los pies.

Por otro lado, desde el Instituto recomiendan consumir alimentos ricos en vitaminas E,K y C, porque ayudan a que la sangre llegue a los pies, y se mantengan calientes.

3. Calienta los pies de forma adecuada

Si te pilla la lluvia y te mojas los pies, tienes que secarlos cuanto antes, especialmente la zona entre los dedos. 

Las duchas de agua fría y caliente son la mejor solución, ya que ayudan a reactivar la circulación, al igual que los paseos cortos.

Nunca acerques excesivamente los pies a fuentes de calor potentes como chimeneas o estufas.

4. Masajes

Además de placentero, un masaje en los pies es una buena manera de estimular la circulación sanguínea. Este ha de ser en sentido distal, es decir, desde la pierna hacia la punta de los dedos.

¿Por qué se enfrían los pies?

En la página web de Podoactiva han respondido a esta pregunta, y explican seis posibles causas:

• Usar zapatos o calcetines que no se adapten a las bajas temperaturas.
• Problemas circulatorios. Una de las funciones de la sangre es mantener los pies calientes. Si no llega de forma adecuada, no podrá regular la temperatura de forma adecuada.
• El sudor excesivo sumado a una mala evaporación, mantendrá los pies fríos durante el inverno.
• Problemas neurológicos. La sensibilidad de los pies es la que se encarga de 'pedir' al sistema circulatorio que aumente el flujo sanguíneo.
• Poca movilidad. Estar sin mover los pies durante mucho tiempo reduce la activación muscular, disminuyendo el calor.
• El esfuerzo digestivo es otra de las consecuencias que provoca el frío en los pies, ya que la temperatura del estómago aumenta para realizar algunas funciones.

Lesiones habituales causadas por el frío

• Congelación. Puede afectar tanto a manos, pies, nariz, orejas y mejillas. Se trata de una dermatosis externa, no causada por una vasoconstricción, sino por un corte del riego sanguíneo en esa zona. La piel se ve de color azulado negruzco y se produce una necrosis.  Es una lesión típica de montañistas o personas que viven a la intemperie.

• Sabañones. Son lesiones de tipo dérmico, generalmente bilaterales causadas por la vasoconstricción de arterias y venas con exceso de humedad y frío. La parte superior de los dedos se muestra de un color rojo-violáceo, fría al tacto y tumefacta.

• Pie de trinchera. Es una lesión producida por la falta de riego sanguíneo en los pies. Se describió durante la I Guerra Mundial y la principal causa no era tanto por el frío sino por llevar las botas demasiado apretadas, lo que impedía una buena circulación de la sangre y el exceso de humedad en el interior del calzado acababa provocando la bajada de la temperatura de los pies, la piel se maceraba y en demasiadas ocasiones se acababa perdiendo algún dedo.

• Acrocianosis y eritrocianosis. Son afecciones de la piel, dermatosis causadas por la sensibilidad al frío. La piel se muestra con manchas rojas y azuladas por vasoespasmos de los vasos en respuesta al frío. La eritrocianosis es de mayor gravedad y puede llegar a producir úlceras.

• Fenómeno de Raynaud. producido por los espasmos de los vasos sanguíneos en respuesta a las bajas temperaturas y en situaciones de estrés. La piel se ve de un tono blanquecino y en las zonas distales enrojecida, frío al tacto y con poca sensibilidad.