Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLa nevera, al ser el electrodoméstico donde almacenamos los alimentos, debe estar limpia para evitar que los gérmenes, bacterias y moho proliferen y contaminen lo que guardamos. Vamos a hacer un repaso a los pasos que debemos dar para limpiarla a fondo.
El mejor momento para limpiar el frigorífico es cuando está menos llena, antes de realizar una visita al mercado y previamente a nuestra marcha de vacaciones, que es cuando más vacía la vamos a encontrar.
Y, respecto a los productos para limpiarla, siempre es mejor optar por los remedios naturales ya que los productos químicos tienen un olor que puede impregnar la nevera y durar varios días. El vinagre blanco y el bicarbonato de sodio mezclados con agua templada van a ser nuestras mejores opciones. Además, el poder desinfectante del vinagre lo convierte en el producto ideal para dejar la nevera limpia y sin residuos.
Lo primero que vamos a hacer es desenchufar el frigorífico. Por un lado, no consumiremos energía de forma innecesaria y evitaremos que suene el aviso de la puerta abierta durante todo el tiempo.
Después, sacaremos todos los alimentos que haya. Debemos conservarlos en bolsas isotérmicas o en un lugar fresco para que conserven la temperatura mientras están fuera de la nevera.
El siguiente paso es sacar cualquier elemento extraíble que haya, como cajones, baldas, bandejas, estantes de la puerta, etc. Las podemos limpiar en fregadero o bien meter en el lavaplatos, de forma que queden limpias y secas para volver a ponerlas en su sitio.
Después, limpiamos las paredes del interior de la nevera, sin olvidarnos de las juntas de las puertas. En estas gomas se acumulan gérmenes y muchas veces proliferan los hongos.
Una vez limpio todo, tenemos que dejar que se seque bien, dejando la puerta abierta un buen rato o bien pasando papel de cocina para acelerar el proceso. Después, volveremos a colocar las bandejas y cajones limpios de nuevo.
Antes de volver a enchufar la nevera, debemos limpiar el exterior, con especial atención a las asas, la parte más sensible a la contaminación.
Esta limpieza deberemos hacer tres o cuatro veces al año. Y no solo de la nevera, también del congelador, limpiándolo de la misma manera. Si nuestro frigorífico es frost, debemos descongelarlo al menos dos veces al año.
Aunque, para mantener la nevera limpia, conviene limpiar cualquier recipiente antes de meterlo, además de limpiar lo más rápido posible cualquier derrame de un alimento que se produzca.
Y, si quieres que la nevera huela bien, un limón por la mitad con unos clavos incrustados es la mejor forma de absorber los olores de forma natural.