Consejos para mejorar en el reciclaje y reducir el consumo de plástico

Hace más de 15 años la UNESCO decidió que era importante contar con un Día Mundial del Reciclaje para que la población fuera consciente de la importancia de consumir menos, aprovechar los bienes y tratar cada residuo como corresponde. Desde el 17 de mayo de 2005 se celebra anualmente este día. En Europa se produce una media de 500 kilos de basura al año por persona y solo un 40% de esos residuos se reutiliza o recicla.

Todas las empresas tienen cada vez más presente la necesidad de reducir la utilización de recursos y la sociedad comienza a demandar producciones y consumos más sostenibles. La mayoría de las empresas cuentan con estrategias de márquetin sostenible y muestran una gran preocupación por el deterioro del planeta.

Si bien cada vez son más notables las acciones individuales de consumo responsable y toma de medidas para la preservación del medio ambiente, estas no son suficientes y hay que tomar consciencia de ello desde todos los ámbitos y sectores. Estas son algunas de las acciones que, a nivel individual, puedes llevar a cabo para dar un paso más hacia adelante a la hora de abogar por la sostenibilidad.

Reducir los envases o productos de usar y tirar

Es importante dejar de consumir aquellos productos con envases de usar y tirar. Hay miles de opciones para evitar estos productos. Se puede optar por el consumo a granel, los productos envasados en materiales que después se pueden reciclar con mayor facilidad como el papel, el cartón o el vidrio.

Comprar productos de origen reciclado

De esta manera, reduciremos la necesidad de extraer materiales nuevos de la naturaleza y destinar recursos energéticos para procesarlos.

Seleccionar materiales más respetuosos con el medio ambiente y con mayor vida útil

Es importante evitar aquellos productos lowcost. Por ejemplo, en el caso de la ropa, si optamos por prendas con más durabilidad y mejor rendimiento, reducimos la producción de textiles y la cantidad de ropa que tiramos a la basura porque es inservible.

Asegurarnos que estamos depositando los residuos en el contenedor adecuado

Esta acción facilita que los residuos se incorporen antes a la cadena de reciclaje. Localiza la zona de contenedores más cercana a tu vivienda y separa en casa los productos utilizando diferentes cubos de basura o bolsas. Recuerda que los envases de plástico, las latas, los bricks y el papel de aluminio van al contenedor amarillo; los papeles y cartones al contenedor azul; el vidrio al contenedor verde; los residuos orgánicos al contenedor marrón; y los materiales con mezcla de residuos orgánicos, como los pañales y algodones, a los contenedores grises.

Pásate a las pajitas de acero inoxidable y a las bolsas de tela

Aprovecha para comprar productos a los que puedas darle muchos usos y que sustituyan a los de usar y tirar. Algunos ejemplos son las pajitas de acero inoxidable, las bolsas de tela o las botellas de cristal.

Lava y seca los envases de plástico antes de reciclarlos

Un consejo básico es lavar los envases de comida como latas o botes antes de llevarlos al contenedor.

Recuerda las tres R

• Reduce: No pierdas de vista los productos que consumes y procura reducir la cantidad de residuos que generas en casa.

• Reutiliza: Piensa en cómo dar un segundo uso a todas aquellas cosas que tienes en casa y piensas tirar a la basura para sustituirlas por unas de nuevas, quizá no tendrán la misma función, pero también pueden servir.

• Recicla: Consigue que los residuos que has generado vayan al contenedor adecuado y consigan formar parte de otros productos. De esta manera limitaremos la huella que dejamos en el medio ambiente.