Elegir un buen colchón es una decisión muy importante, no solo por la inversión económica que supone, sino porque parte de nuestro descanso dependerá de esta compra. Los fabricantes recomiendan cambiar el colchón cada 8 años, pero los análisis de la OCU aseguran que si se cuida bien, un buen colchón puede durar hasta 10 años en buenas condiciones.
En este sentido, los expertos de la OCU han lanzado una lista con recomendaciones para que, después de hacer esta inversión, nuestro colchón dure el mayor tiempo posible. Algunos de estos consejos son:
Usa una base adecuada para cada tipo de colchón.
Procura mantener el dormitorio libre de humedades. Los ambientes húmedos y cerrados favorecen el desarrollo de hongos.
Protege el colchón con una funda transpirable y lavable.
Cada día, antes de hacer la cama y sea cual sea la estación, ventila la habitación (al menos 10 minutos) y retira las sábanas, para que respire el colchón.
Conviene que dejes pasar un tiempo antes de hacer la cama de nuevo: el colchón necesita tiempo para evaporar toda la humedad que ha ido absorbiendo durante la noche
Cambia las sábanas cada semana.
Salvo que el fabricante lo desaconseje, dale la vuelta a tu colchón regularmente, al menos dos veces al año, colocando la cara que estaba abajo, arriba y girándolo de los pies a la cabeza.
Cómo limpiar el colchón
La OCU recomienda usar siempre una funda lavable para proteger el colchón, ya que así nos durará más tiempo y en mejores condiciones. También es importante limpiar la suciedad de debajo de la cama porque suele acumularse mucho polvo.
El momento de dar la vuelta o rotar el colchón es una buena ocasión para aprovechar y limpiarlo a conciencia: al colocar de canto el colchón te aseguras de que el polvo caerá fuera.
Limpia el colchón con un cepillo suave para no dañar el tapizado.
Si usas aspirador, pon la boquilla tipo cepillo de mano o, si la tiene, una boquilla especial para el colchón. Esto ayudará a eliminar el polvo de los ácaros que es la principal causa de alergias. Utiliza la velocidad más suave.
Un truco casero para limpiar el colchón y desinfectarlo consiste en espolvorear por encima del colchón bicarbonato sódico por su capacidad para neutralizar la acidez del sudor y su efecto desodorante. Después de espolvorearlo, déjalo actuar durante varias horas: después retíralo con un cepillo de mano o con el aspirador con la boquilla y velocidad suaves.
Quitar las manchas del colchón, paso a paso
Las manchas de orina, sangre y vómito son las más frecuentes y es muy importantes quitarlas cuanto antes para evitar los malos olores y la aparición de bacterias.
Antes de empezar, ponte unos guantes y retira el exceso de fluidos intentando que la mancha no se disperse por el colchón. Con una toalla puedes absorber el exceso pero sin presionar demasiado.
A la hora de limpiar el colchón debes evitar sobre todo dos cosas, empapar el colchón y frotar las manchas. Si frotas una mancha de sangre, por ejemplo, la mancha podría esparcirse, empeorando la situación. Es mejor aplicar el tratamiento para quitar la mancha y repetirlo tantas veces como sea necesario.
Es importante mantener el colchón lo más seco posible, especialmente los colchones viscoelásticos y de espuma. Pon el colchón de lado de forma que penetre la menor cantidad de agua posible. Coloca una toalla bajo la mancha para que vaya absorbiendo el exceso de humedad.
Limpia mancha por mancha, aplicando una pequeña cantidad del limpiador y secando inmediatamente el colchón con un paño seco o papel absorbente. Repite el proceso hasta que la mancha desaparezca y luego pasa a la siguiente mancha.
Cuando hayas terminado, humedece un paño limpio con agua para enjuagar suavemente la zona, luego aplica bicarbonato de sodio, déjalo reposar y elimínalo después con un cepillo suave o aspirando suavemente.
Asegúrate de que el colchón está seco antes de volver a ponerlo en su posición normal.
Dar la vuelta al colchón
Para poder mover el colchón sin problema hay que tener en cuenta el diseño del núcleo, pero por lo general bastará con poner la parte de la cabeza en los pies o dar la vuelta al colchón, poniendo arriba la cara que durante los meses anteriores ha estado abajo. También pueden hacerse ambas cosas.
Los colchones que se pueden voltear tienen un núcleo simétrico y suelen distinguir una cara de verano con tejidos más frescos y mejor respiración, de otra de invierno más cálida y aislante.
Los colchones que se pueden rotar mantienen la misma estructura a todo lo largo del colchón, de la cabeza a los pies, sin zonas de refuerzo diferenciadas para hombros y caderas, o, si las hay, son zonas equivalentes, situadas en las mismas posiciones.
En cambio, hay colchones, que pueden ser de muelles o de espuma, que pueden presentar zonas diferenciadas y eso hay que tenerlo en cuenta.
Es importante dar la vuelta al colchón un par de veces al año: de invierno a verano cuando llegue el calor y de verano a invierno cuando llegue el frío.
Como los colchones son objetos grandes y pesados, lo mejor es que pidas ayudas para moverlo y evitar un mal gesto que acabe en lesión.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.