Cómo pelar tomates más rápido: 3 trucos que no fallan

En breve, con la llegada del bien tiempo, estamos tomando gazpachos y salmorejos, haciendo ensaladas fresquitas y zumos a base de… ¡tomates! Suena riquísimo ¿verdad? Sin embargo, no es tan agradable la elaboración, ya que la tarea de pelar tomates puede resultar toda una pesadilla. Para que no desistas en tu empeño, te traemos unos trucos para que esta labor resulte más sencilla y rápida.

Pelar con el cuchillo un tomate es una tarea bastante difícil, pero existen algunos trucos para conseguir un buen resultado, pero eso sí, en menos tiempo y… mucho más sencillo.

1.- Calor y frío

Uno de los trucos más sencillos para pelar los tomates más fácilmente es escaldándolos, especialmente si hablamos de varios tomates a la vez.  

Para ello, ponemos una olla con agua al fuego hasta que empiece a hervir. Una vez que esté en plena ebullición introduciremos los tomates unos 20 o 30 segundos.

A continuación, los sacaremos y los introduciremos en otro un bol con agua fría, a ser posible de la nevera e incluso con hielos. Aquí los dejaremos un par de minutos hasta que pierdan temperatura.

Ahora solo nos toca tirar de la piel y listo.

El contraste entre el agua caliente y el agua fría hará que la piel del tomate se separe de la carne con facilidad.

Antes de introducir los tomates en el agua caliente te recomendamos que les hagas un pequeño corte superficial en forma de cruz para que la piel se pueda extraer de manera más sencilla.

2.- Fuego

Pincha un tomate con un utensilio largo para evitar quemarte. A continuación, ponlo cerca del fuego sin llegar a quemarlo o cocinarlo.

A continuación, déjalo enfriar un poco y tira de la piel. Verás qué sencillo.

Si dispones de una cocina de gas este truco es perfecto, de lo contrario, puedes utilizar un soplete.

3.- Microondas

El microondas puede sernos muy útil en muchas más tareas de la que nos imaginamos, más allá de calentar. En este caso, es perfecto para ayudarnos a pelar nuestros tomates.

El primer paso para este truco consiste en hacer un pequeño corte en cruz en la parte superficial del tomate. Una vez hecho esto, los clocaremos en un plato con el corte hacia arriba.

A continuación, tendremos que calentarlos a máxima potencia en el microondas durante 1 minuto y 30 segundos.

Finalmente, como en los casos anteriores, retiraremos la piel de manera sencilla con nuestras manos o, si lo necesitas, con ayuda de un cuchillo.

Este último truco es recomendable especialmente si luego vas a hacer un sofrito o una salsa, ya que los tomates estarán algo cocinados.