Anna Blanco
Practicopedia
Consejos para pintar como un profesional
Para conseguir un buen resultado a la hora de pintar, basta con seguir unas recomendaciones
Pintar las paredes de nuestro hogar es una manera muy efectiva de transformar la decoración, borrar las inevitables marcas del paso del tiempo y lograr la sensación de estrenar de nuevo casa. Y, si bien no es una tarea que requiera de una gran inversión o experiencia, sí que es aconsejable tener en cuenta una serie de cosas antes de coger la brocha y lanzarnos a pintar.
Planificar bien el proyecto
A no ser que simplemente tengamos que pintar una pared o habitación muy pequeña, hay que planificar bien el momento en que se va a pintar. Mejor tener el tiempo suficiente para no ir con agobios y poder hacer el trabajo con precisión. Pintar no es cosa de solo una mañana.
Otro aspecto de la planificación es la elección de los colores que vamos a aplicar en las paredes. Si no lo tenemos claro, puede valer la pena hacer pruebas (con pequeñas muestras de pintura) con algunos brochazos en paredes. Mejor si se comprueba el resultado en diferentes momentos del día según cómo incida la luz. Además, hay que tener en cuenta que la pintura se ve más oscura cuando se seca.
Escoger pintura
Según la superficie que se va a pintar (interior, exterior, lisa, rugosa...) o el acabado que se desee obtener se deberá escoger un tipo de pintura u otra. Mejor pedir consejo a los especialistas de la tienda y no escatimar en la calidad de la pintura para asegurarnos un buen resultado.
También es importante, saber escoger las herramientas que vamos a necesitar como el rodillo o las brochas. Al igual que con la pintura, es mejor no ir a la opción más barata para no llevarnos sorpresas desagradables.
Proteger los espacios
Antes de dar el primer brochazo, hay una tarea que casi es más importante que pintar: proteger bien suelos, marcos de puertas, ventanas, muebles, etc de las manchas de pintura. Es una tarea laboriosa pero luego vamos a agradecer haberla hecho al evitar dañar otras superficies y tener que rascar y limpiar las manchas de pintura, lo que puede ser muy pesado.
Preparar las paredes
Las paredes deben estar lisas, sin imperfecciones y limpias de polvo antes de pintar por lo que hay que poner masilla para reparar todas las imperfecciones. La pintura por sí sola no logrará repararlas.
Empezar por arriba
Si está previsto pintar el techo, es mejor empezar por ahí para después continuar por la parte más alta de la pared y pintar de arriba abajo (sin pausas) para que no caigan gotas de pintura sobre la parte que ya se había pintado.
Además, hay que evitar empapar demasiado el rodillo o la brocha con pintura porque el resultado no será bueno y puede provocar, por ejemplo, que se creen burbujas en las paredes. Debemos lograr unas capas de pintura delgadas y con la pintura necesaria.
Evitar los días húmedos
Es mejor no pintar en días húmedos porque ralentizará el secado de la pintura. Además, pintar en días con mucha luz puede ayudarnos a ver mejor los resultados y detectar las imperfecciones.
Dejar secar
Para que el acabado sea perfecto, debemos dejar secar la superficie completamente para poder apreciar el resultado final y decidir si es necesario una nueva capa de pintura o no. Durante el secado, hay que abrir las ventanas para que la pintura seque bien y rápido. Hay que seguir bien las indicaciones del envase sobre cuántas horas hay que dejar antes de dar una nueva capa.