Consejos para realizar un viaje largo en coche

Los meses de verano son sinónimo de vacaciones y, por tanto, de viajes a lugares de ocio y descanso. A menudo, el coche es el medio de transporte elegido para desplazarnos ya que nos aporta flexibilidad de horarios además de ser probablemente la opción más económica. Pero no se trata como dice la expresión popular de coger 'carretera y manta', tanto el conductor como el vehículo deben estar bien preparados para evitar cualquier tipo de incidente o imprevisto.

Así que, para no tener ninguna sorpresa desagradable que nos fastidie las tan esperadas vacaciones, aquí van unos consejos si vamos a realizar un viaje largo en coche. 

Antes de iniciar el viaje

Nuestra seguridad durante el viaje va a depender en gran medida del estado del coche por lo que es indispensable revisarlo. Es básico comprobar, tal y como aconseja la DGT, la presión y desgaste de los neumáticos (tener en cuenta que el coche irá cargado con el equipaje), el nivel de aceite, el estado de las pastillas y discos de freno, los amortiguadores y las escobillas limpiaparabrisas. Mejor no dejarlo para el último día que es fácil que los talleres mecánicos no puedan darte hora de forma rápida. 

Los conductores deben estar descansados porque un viaje largo es físicamente agotador y más si vamos a ir por carreteras que no conocemos. Es bueno el día previo al viaje llevar a cabo actividades relajantes como dar un buen paseo y realizar comidas ligeras. 

Aunque actualmente los sistemas de navegación o GPS son un gran aliado para el viaje, no está de más preparar con antelación la ruta para saber las carreteras por donde vamos a circular, los devíos, etc y así tener mayor seguridad o, incluso, tener previstas rutas alternativas por si nos encontramos un atasco o hay obras previstas. Además, nos puede permitir planificar dónde es mejor hacer las paradas o si hay un sitio interesante para visitar. 

Otro elemento que puede influir en nuestro viaje en coche es el parte meteorológico así que mejor consultar el tiempo previsto para ver si puede ser necesario adaptar los horarios o, incluso, el día de salida según las previsiones. 

Y, por último, revisar que todo está organizado y previsto para no tener que dar media vuelta en medio del viaje: la casa bien preparada para los días que no vamos a estar, el tema mascotas solucionado, el correo gestionado, dejar a los vecinos un teléfono de contacto por si surge una emergencia, etc. 

Durante el viaje

Una vez en marcha, es necesario hacer paradas frecuentes para descansar ya que está demostrado que, después de dos horas conduciendo, la atención que ponemos en la carretera disminuye y es más fácil distraerse. Por eso, es aconsejable parar para descansar 10 minutos, beber agua y estirar las piernas. Además, ante el más mínimo síntoma de cansancio o incluso malestar, hay que parar el tiempo que haga falta hasta encontrarse de nuevo bien y en óptimas condiciones. Nunca pensar lo de tirar un poco más y que ya descansaremos al llegar. 

Durante las paradas para comer, optar por comidas ligeras y de fácil digestión. Además, tener siempre a mano una botella de agua para estar bien hidratado, sobre todo los días de mucho calor.

Tener siempre una actitud atenta y paciente al volante. Se trata de un viaje largo en el que nos podemos encontrar muchas situaciones en las que pensaremos que no vamos a llegar nunca. Nunca hay que perder la calma ya que puede afectar nuestra forma de conducir, siendo más agresiva y, por tanto, más peligrosa. 

Siempre que sea posible, hacer turnos para conducir ya que viajar de copiloto nos permitirá relajar la vista y descansar para retomar, cuando nos toque, la conducción en óptimas condiciones. 

Y, por último, hay que considerar que el trayecto en coche forma parte de las vacaciones por lo que también es para disfrutarlo si vamos bien preparados.