¿A qué cubo de basura debo tirar los guantes y las mascarillas usadas?

La pandemia del coronavirus nos ha obligado a todos a utilizar mascarillas, un uso que es obligatorio desde este 20 de mayo para mayores de 6 años en espacios al aire libre y cerrados cuando no se pueda garantizar la distancia mínima de seguridad de dos metros. Por otra parte, los guantes no están aconsejados para salir a la calle y deben utiizarse únicamente en supermercados y tiendas que normalmente se encargan de proporcionárnoslos a la entrada. Pero llevar guantes y mascarillas supone también tener que desecharlos adecuadamente. Abandonarlos en las vías públicas no es una opción responsable, ya que estos residuos pueden provocar un problema ambiental y puede que también sanitario.

Para deshacernos de los guantes y mascarillas, tal y como señal la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hay que tirarlos en el contenedor de restos, el de la basura habitual, no al marrón de restos orgánicos ni al amarillo de envases. Es la manera correcta para que puedan ser tratados y no supongan un grave problema ambiental. Igualmente, si los guantes y mascarillas provienen de personas enfermas, deben ir en dos bolsas de basura cerradas antes de tirarlos en el contenedor de restos.

Dónde no tirar los guantes y mascarillas usados

• Las mascarillas no se pueden tirar al inodoro por los atascos que podría generar; supondría un problema similar al de las toallitas húmedas. Y, además, cuando acaban en el entorno tardan en degradarse.
• Tampoco los guantes, que son de plástico, de difícil degradación y cuando acaban en el mar, al ser de colores vistosos (los hay morados, verdes, azules, negros…) y con dedos que se mueven con la corriente, llaman la atención de los depredadores que se los engullen como si fuera comida.

Además, en algunas depuradoras ya han notado un aumento de los residuos de toallitas húmedas (que se usan también para desinfectar manos) en sus instalaciones, por lo que no está de más recordar que las toallitas usadas son residuos sólidos que deben ir en los contenedores de restos. Por muy biodegradable que se anuncie que son, el inodoro no es una papelera, y las toallitas siguen atascando nuestros desagües e instalaciones de tratamiento de aguas residuales.