Convierte el bórax en el aliado perfecto para la limpieza del hogar

Bórax es el nombre comercial de la sal de boro, un mineral natural con capacidades limpiadoras y antisépticas. Podemos encontrarlo de forma natural en alimentos, plantas, agua e, incluso, en el cuerpo humano, aunque también se puede obtener artificialmente con procesos industriales. Gracias a su poder antiséptico es muy útil para eliminar bacterias y gérmenes por lo que es fácil encontrarlo entre los compuestos de los productos de limpieza habituales y puede convertirse, si no lo es ya, es un gran aliado en la limpieza del hogar (hay quien afirma, incluso, que es más potente que el bicarbonato). Veamos diferentes usos que lo convertirán en un indispensable en nuestros hogares:

En la cocina

Empezamos por el lugar de la casa donde se puede acumular más suciedad, gérmenes y bacterias y que, a la vez, por ser donde cocinamos y tenemos los alimentos, la limpieza debe ser total. Para conseguirlo podemos utilizar bórax por sus propiedades antibacterianas. Solo tenemos que frotar con un trapo húmero la zona que queramos limpiar con una mezcla de 200 g de bórax y zumo de limón. Luego enjuagamos bien con agua. 

Además, este producto es perfecto para limpiar la vajilla. Tan solo debemos espolvorear un poco de bórax sobre cubiertos, ollas, sartenes y toda la vajilla en general y frotar con un paño húmedo y enjuagar. Y si utilizamos lavavajillas es muy recomendable añadir un cuarto de taza de este limpiador en cada lavado. Además de que platos y cubiertos queden perfectos, también conseguiremos limpiar y desinfectar el interior de la máquina.

Y, especial atención en la cocina merecen los cubos de basura donde, además de los gérmenes se acumulan malos olores. Para combatirlos, espolvoreamos uno poco de bórax en el cubo y lo llenamos de agua. Dejamos actuar unos minutos, enjuagamos y ya tendremos un cubo libre de bacterias y malos olores. 

Con los colchones

La limpieza de colchones es otra de las tareas del hogar en las que el bórax puede ser un gran aliado para acabar con bacterias y microorganismos que pueden resultar nocivos para la salud. Debemos impregnar un trapo húmedo con bórax, frotar toda la superficie del colchón y dejar secar al aire durante varias horas. Lo mejor es aprovechar para realizar esta limpieza cuando demos la vuelta a los colchones. 

Con la ropa

El borato de sodio es uno de los componentes de muchos productos para el lavado de ropa, pero si nuestro detergente habitual no lo contiene, podemos añadir media taza de bórax en cada ciclo de lavado para aumentar su eficacia. Y es que potencia la acción antimanchas del detergente y neutraliza malos olores. Esto es debido a que el bórax mantiene los niveles del pH del agua por encima de 8, lo que es perfecto para la limpieza y, además, convierte moléculas de agua en agua oxigenada, potenciando el poder antimanchas.

Además, también es un gran aliado para eliminar el moho o el olor a humedad en la ropa. Solo tenemos que sumergir las prendas en un barreño con dos litros de agua y unos 400 gramos de bórax. Dejamos la ropa en remojo unas dos horas y habremos eliminado cualquier presencia de moho o humedad. 

Con manchas de moho y óxido

Esta capacidad para acabar con el moho de la ropa, también es útil para acabar con machas de moho (y óxido) en superficies como la ducha o grifos. En este caso, mezclamos dos cucharadas de bórax con zumo de limón y lo aplicamos sobre la zona a limpiar. Dejamos actuar unos 30 minutos para después frotar y enjuagar. 

Con las flores

Y, por último, un uso muy práctico del bórax: para conservar por más tiempo las flores frescas. Para conseguirlo, mezclamos una parte de bórax con dos partes de harina de maíz. Con la mezcla, espolvoreamos las flores y así tardarán más en marchitarse.