Teresa Rey
Cuál
Cuál es el collar perfecto para cada escote
Dependiendo de la elección, puedes conseguir un toque más elegante o juvenil, según tus gustos
Los collares son piezas que no suelen faltar en el joyero. A veces saber lucirlos es todo un arte, por eso es bueno saber qué formas son las más apropiadas en función del tipo de escote que hayamos decido ponernos. Los collares pueden aportar un toque de elegancia o más juvenil si tenemos en cuenta en conjunto tanto el vestido escogido como el tipo de colgante.
Tipo barco
Lo que es indudable es que se trata de saber combinar certeramente, y por ello en el caso de los escotes tipo barco lo ideal es usar collares que no sean muy grandes o que cuelguen mucho. Si tu cuello es largo esta prenda te va a sentar muy bien, pero además debes ponerte una joya que no sea muy grande para realzar es cuello de cisne que tienes. Cuanto más pequeño y sencillo sea el collar, mejor.
Escote en V
El escote en V es uno de los más favorecedores para todo tipo de mujeres, ya que además estiliza la figura. De modo que si quieres adornarlo con un collar este tiene que ser armonioso, siendo ideal el que tenga la misma forma, es decir, en uve. En el caso de tener el pecho grande, puede ser largo y hasta sobrepasarlo.
Palabra de honor
Los escotes palabra de honor, en general, quedan muy bien a cualquier edad y clase de fémina. Son sencillos y elegantes, por ello es importante que sean los protagonistas de nuestra figura y vestido. Si deseamos añadir un colgante, debe ser fino, lo más discreto posible, redondo o que siga el contorno de nuestro cuello. Lo aconsejable es que no destaque en demasía, y que aporte el toque justo de elegancia adicional para no romper la armonía del conjunto.
Redondos y cuadrados
A los escotes redondos suelen recurrir mujeres con pecho abundante pues es una forma de disimularlo, a la par que queda perfecto en la mayoría de las formas femeninas. Es también sencillo, pero no por ello menos glamuroso. Aquí encajan igualmente collares con el mismo contorno que el escote, es decir, redondos, que no sobresalgan mucho y pueden ser más o menos recargados, siempre en función de nuestros gustos.
Los cuadrados, se adaptan de igual modo a muchos tipos de cuerpos, y se pueden decorar con gargantillas o collares cortos, que a su vez ayudan a que parezcamos más delgadas.