Teresa Rey
Cuál
Patatas para freír, asar o cocer: ¿cuál escoger y qué las diferencia?
Elegir la correcta influirá en que tus platos con esta hortaliza resulten más o menos jugosos
Cuando vamos a la frutería o la sección destinada para ello en el supermercado, es habitual que nos encontremos distintos tipos de patatas. Para freír, para asar, para cocer o incluso para cualquier uso. El interrogante que a cualquier consumidor le puede surgir acto seguido es si realmente elegir una u otra opción va a interferir en el plato que vayamos a preparar.
Los expertos en gastronomía aseguran que efectivamente hay que saber escoger el tipo de patatas porque de esta elección dependerá que nuestras preparaciones sean más o menos jugosas. Este es uno de los motivos por el que es aconsejable saber distinguir entre las distintas variedades que hay.
Nueva, semitardía o vieja
La patata nueva es la que se recoge un poco antes de su periodo de maduración natural. Estas patatas son más pequeñas, tienen una piel más fina y poseen más agua. Su aporte calórico es menor y por ello se usan en muchas cocinas para hacer tortilla de patatas. Como contraposición son más delicadas, más sensibles a los golpes y duran menos. Se pueden usar tanto para freír o incluso hacer guisos.
La patata semitardía o normal es la que se recolecta cuando le toca, esto es, cuando concluye el verano o si acaso un poco más tarde, entre finales de septiembre y octubre. Estas se conservan durante más tiempo y se les puede dar todo tipo de usos.
La patata tardía o vieja se refiere a la recolectada durante un periodo que comprende doce meses de demora de lo que realmente le correspondería de manera natural. A veces se venden como nuevas, por ello es importante que nos fijemos bien en las etiquetas. Son las que se aconsejan para cocer o realizar purés de patatas. También se pueden emplear para freír.
Fijarse en las etiquetas
En los comercios la subdivisión se suele hacer en función del uso culinario que se le quiera dar a la patata. Por ello, para comprobar si realmente se corresponde con lo que nos están indicando tendremos que fijarnos en el tiempo de recolección que se especifique en el etiquetado.
En un principio, se ha de partir de la base de que al indicarnos que son para freír, cocer o para cualquier uso, es porque se han recolectado en un periodo concreto y esta cualidad es la que las hace aptas para la utilización gastronómica que especifican.