Platos de ducha: ¿cuál elegir atendiendo a criterios de confort y seguridad?

Es una opción por la que optan cada vez más personas para tener un área de baño más accesible, cómoda y segura. El cuarto de baño es una de las estancias más proclives a resbalones y caídas que pueden tener malas consecuencias especialmente en el caso de personas mayores.

Si tienes en mente sustituir la antigua bañera por una ducha, además de los elementos estéticos, un plato que garantice máxima capacidad antideslizante es fundamental.

¿Qué tipos de platos de ducha existen y cuál elegir?

Tienes infinidad de modelos entre los que es fácil “perderse”. A la hora de elegir un plato de ducha, has de tener en cuenta la forma (cuadrado, alargado o en ángulo) que mejor se adapte a las dimensiones de tu baño y también el material y el acabado que tenga la superficie, porque de estos dos conceptos va a depender el grado de adherencia que ofrezca el plato. Actualmente tienes tres tipos básicos.

• Platos de cerámica. Son los de “toda la vida”. Este material es resistente al paso del tiempo y a la acción de los productos de aseo y de limpieza. Resulta algo frío al tacto con los pies descalzos, y si eliges esta opción, comprueba que la superficie presenta alguna rugosidad que evite deslizamientos accidentales en la ducha. Incluir en la tuya elementos de seguridad, como barras y asideros, es una recomendación importante que debes tener en cuenta.
• Platos en piedra natural o artificial. Pizarra, mármol, granito… son platos elegantes y exclusivos, que decoran perfectamente cualquier baño. Si optas por uno de ellos confirma que la superficie ha sido tratada para evitar resbalones, especialmente en el caso de platos en piedra natural.
• Platos de resina. Son los más modernos y combinan bien seguridad y diseño. Generalmente están fabricados con resina sintética combinada con algún tipo de material mineral. Estos platos están tratados con geles específicos que aumentan tanto su resistencia como su capacidad adherente. Son una buena opción sobre todo si optas por uno que pueda colocarse al mismo nivel que el resto del solado, facilitando, así, el acceso a la ducha incluso a personas con movilidad reducida.