Teresa Rey
Cuál
Qué es mejor, ¿una tarjeta de crédito o una de débito?
Al abrir una cuenta bancaria nos suelen ofrecer las dos, pero debemos valorar si nos interesan ambas
Los bancos suelen ofrecernos dos tipos de tarjetas cuando abrimos una cuenta: de crédito y de débito, pero ¿necesitamos las dos? ¿Qué las diferencia? Cada una posee unas características de contratación distintas. También es importante saber si tienen una comisión de mantenimiento y qué cantidad implica.
Cómo se dispone del dinero
La principal distinción entre ambas tarjetas es la manera en la que se dispone el dinero. Al pagar con la tarjeta de débito el importe se descuenta directamente de la cuenta a la que está asociada. A veces puede tardar uno o dos días, pero por lo general el cargo suele ser inmediato. En el caso de no disponer de fondos, por tanto, no se podrá hacer la compra.
En el caso de la tarjeta de crédito es distinto. Es como si el banco nos prestara el dinero adelantando la cantidad. Esta se tiene que devolver a final de mes o lo largo de varios plazos, abonando un interés. Este tipo se concede con más cautela, ya que la entidad bancaria debe verificar que el cliente tiene la solvencia necesaria como para ofrecerle dinero por adelantado.
En esta modalidad, se puede elegir cómo se desea que se efectúen los cargos: a final de mes, mediante un porcentaje de crédito o a través de una cuota fija cada mes. Esta clase de tarjeta es la que suelen ofrecer los comercios o grandes superficies de forma gratuita para efectuar compras tanto en sus establecimientos, con ventajas adicionales, y en ocasiones fuera de los mismos también.
Comisiones
Las comisiones también suelen variar, aunque todo depende del banco. Normalmente se paga una cuota anual, que es más elevada en las de crédito. A veces en las de débito o en ambas, se exige cumplir unos requisitos para no abonar nada por su mantenimiento, como por ejemplo hacer al menos una compra al mes.
También hay elementos diferenciadores a la hora de usarlas en los cajeros. Las de débito no conllevan cargos a la hora de sacar dinero en los cajeros de la entidad, pero las de crédito sí. Este es un interés que se cobra generalmente al pagar el saldo de la tarjeta. Suele ser bastante alto y los expertos recomiendan no usarlas nunca para este fin.
Utilizar ambos tipos de tarjeta de forma imprudente puede suponer problemas. En la de débito por emplearla sin control y de pronto encontrarnos sin saldo en la cuenta si no vigilamos nuestro saldo. Con la tarjeta de crédito puede pasar algo similar, pues si al finalizar el mes no tenemos el dinero que nos hemos gastado nos podemos ir endeudando.