Qué funciona mejor en el coche: ¿aire acondicionado o climatizador?

Los vehículos no utilizan los mismos métodos de climatización. Unos tienen aire acondicionado y otros climatizador ¿Sabes cuáles son las diferencias? Son sistemas diferentes y por ello su funcionamiento no es el mismo, y a la par cada uno posee sus ventajas e inconvenientes. Si estás pensando en comprarte un coche, conocer sus diferencias te ayudará a decantarte por una u otra opción.

Climatizador

El climatizador mezcla el aire caliente y frío hasta crear la temperatura adecuada en el interior del vehículo y en función de las condiciones climatológicas externas. Su estructura cuenta con un sensor exterior de tal modo que no es necesario controlar la velocidad o elegir la salidas de aire, ya que lo puede efectuar el solo, aunque si lo deseas lo puedes regular manualmente.

Lo único que tienes que hacer es elegir la temperatura. Entonces por medio de un funcionamiento eléctrico que sigue unos parámetros basados en velocidad y temperatura, entre otros, se alcanzan los grados que le hayamos indicado.

Si además deseas que cada zona del coche tenga una temperatura diferente, con el climatizador puedes regularlas a tu gusto, ya que permite hacerlo por partes de forma independiente.

Aire acondicionado

El aire acondicionado no te permite esta precisión y es más difícil establecer una temperatura exacta. Así es posible que termine haciendo más frío del que buscamos y tengamos que apagarlo para encenderlo de nuevo. Realmente con este aparato solo se puede regular la potencia y los lugares por los que queramos que salga el aire fresco, la zona de los pies, el salpicadero, etcétera.

Ambos sistemas funcionan con un gas que enfría el aire, pero en el caso del aire acondicionado las fugas son frecuentes, de modo que con el tiempo es necesario cargarlo.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos en un principio parece más atractivo el climatizador, pero esta elección hará que el precio del coche se incremente. El aire acondicionado en el coche es más barato, pero también debes tener en cuenta que habrá que recargarlo cada cierto tiempo, de modo que esta será una inversión con la que deberás contar. Normalmente este servicio suele costar entre 60 y 100 euros, y notarás que has de acudir a él cuando percibas que no enfría como siempre.

Por último, recordar que para que ambos aparatos funcionen bien tienes que fijarte en que el refrigerante esté lleno y asegurarte de que el filtro del polen se encuentra en buenas condiciones.