Cuál es el sitio más seguro para sentarse en un avión en caso de accidente

El avión es el medio de transporte más seguro que existe si tenemos en cuenta la siniestralidad y el número de fallecimientos que cada año se producen en accidentes aéreos. Vaya por delante esta afirmación para dejar claro que aunque el artículo trate sobre cuál es el mejor asiento en caso de accidente, estamos hablando de una eventualidad muy poco habitual, muchísimo menos que la que se produce en otros medios de transporte.

Y nada mejor para reflejarlo que las estadísticas que publica Aviation Safety Network (ASN) en su informe anual, donde se apunta que en el año 2019 se produjeron 20 accidentes fatales de avión (13 con pasajeros y 6 de vuelos de carga) en los que fallecieron un total de 283 personas en todo el mundo. Estas cifras mejoran las de 2018, cuando murieron 556 personas en 12 accidentes, aunque aún se quedan lejos del mejor año desde que se tienen estadísticas, que fue en 2017, con 44 fallecidos en 10 accidentes.

Los mejores asientos

Una vez apuntadas estas cifras con el ánimo de no infundir temor a los viajeros de avión, cabe señalar que se han realizado estudios para señalar cuáles son los asientos donde es más fácil sufrir menos daños en caso de un siniestro.

Asimismo, hay que apuntar que los asientos de los aviones tienen unas características muy concretas que ayudan a mejorar la seguridad. De hecho, han de ser capaces de soportar hasta 16 veces la fuerza de la gravedad y tienen que estar fabricados en telas incombustibles y con un material que no emita humos, para que no suponga un peligro añadido en caso de accidente.

En cuanto a dónde se sitúan los asientos con menor nivel de siniestralidad, son los que están en la parte final de los aviones. Es decir, los que suelen ser más económicos y aquellos que nadie quiere ocupar por el simple hecho de que hay un mayor ruido del motor y porque al desembarcar se tarda más tiempo en abandonar la nave.

Dos estudios

Esta afirmación la han constatado dos estudios diferentes. El primero se realizó en el año 2007 y fue investigado por la revista Popular Mechanics, que constató que los pasajeros que se encuentran detrás de las alas tienen un 69% de probabilidades de sobrevivir en caso de que se produzca un accidente. Este porcentaje baja al 56% cuando hablamos de los asientos que están por delante de las citadas alas del avión, mientras que los que se encuentran en la parte delantera, solo tienen un 49% de opciones de mantenerse con vida.

Posteriormente en el año 2015 se realizó otro estudio, esta vez a cargo de la revista Time, y los resultados fueron similares: la parte trasera de los aeroplanos es más segura que la delantera. Y es que frente al 32% de opciones de fallecer en los últimos asientos hallamos el 38% en los de delante. Pero eso no es todo, este estudio también apuntaba que los asientos pegados al pasillo son más seguros que los que dan a la ventanilla, situando las opciones de perecer en un accidente en un 28%. Así que, si tenemos en cuenta estos datos, los mejores asientos para ocupar en un avión en caso de accidente son los de las filas traseras y de pasillo.

¿Por qué esos resultados?

Ante estas estadísticas cabe preguntarse el porqué de que los “peores” asientos del avión sean los más seguros. Y la explicación es sencilla: la mayoría de los accidentes de avión se deben a un choque o caída frontal, es decir, la gran parte de los golpes se produce en el morro por el simple hecho de que la nave se mueve en esa dirección. Así que no es de extrañar que sean los asientos delanteros (donde se sitúan la clase business y la primera clase) los peores en caso de accidente.

Una salida cerca

Por otro lado, uno de los datos que hay que tener en cuenta es que las personas que estén sentadas cerca de las puertas de salida tienen más opciones de sobrevivir en caso de que se produzca un accidente. Por ello, los asientos que hay en las filas que dan a las salidas de emergencia también son de los mejores. Claro que en este caso para ocuparlos hay una serie de requisitos que es imprescindible cumplir: no se pueden tener dificultades de movilidad, han de conocer el idioma de la tripulación y del pasaje en general, no es posible necesitar una extensión del cinturón de seguridad y por supuesto, no es posible volar en esos asientos con un bebé. Además, será necesario ayudar al resto de pasajeros y ser capaces de abrir la puerta de emergencia.

Así que, si tenemos esto en cuenta y le sumamos lo anterior, lo mejor será colocarse en los asientos de pasillos situados en la parte trasera pero relativamente cerca de una salida de emergencia o de la salida de atrás en el caso de que la haya.