¿Qué usos sigue teniendo la naftalina en la actualidad?

La naftalina se obtiene del alquitrán de la hulla, y por su tonalidad y esta condición se le llama alquitrán blanco. Es una sustancia que se produce de forma natural cuando se queman varios combustibles. Se descubrió a principios de 1820, y en la actualidad sigue teniendo distintos aplicaciones industriales, pero también para el hogar.

Repelente de polillas

Uno de los usos más extendidos de la naftalina dentro de casa es la de repelente de polillas. Estos productos se venden metidos en unos dispositivos especiales dentro de los cuales se hallan unas bolitas blancas con la sustancia. Los químicos que contienen -naftaleno o paradiclorobenceno- actúan como pesticidas de manera que ahuyentan a estos insectos.

Es muy importante mantener las bolitas de naftalina dentro de los recipientes herméticos y no sacarlas. Se trata de compuestos que pueden resultar nocivos para la salud de humanos y animales, por lo que no debemos manipular nunca estos productos, y menos sacar de su interior el preparado.

Si se produce una intoxicación por naftalina sentiremos dolor en el abdomen, vómitos, náuseas, diarrea o dificultades para respirar. En el caso de que nos hayamos intoxicado debemos acudir a urgencias de forma inmediata.

Cómo usar la naftalina

Antes de usar estos artículos para la ropa, es recomendable leer cómo se utilizan, pues de ello dependerá que sean más o menos efectivos a la hora de acabar con las polillas que pueda haber en tu hogar. Normalmente estas bolitas se tienen que poner encima o entre la ropa, y en ocasiones hay presentaciones se pueden colgar en las barras de los armarios.

Las bolas de naftalina también son efectivas contra el moho, ya que pueden absorber la humedad de muebles. También como antioxidante, siendo muy útiles en metales como la plata, evitando que adquieran un tono oscuro.

Para quitar el olor a naftalina de la ropa tendrás que remojar las prendas con una mezcla de vinagre blanco y agua o agregar el propio vinagre al ciclo de lavado. Otra solución es sacar las prendas al exterior y airearlas naturalmente un rato para que se quite el mal olor que deja impregnado este químico.

Por otra parte, la industria sigue recurriendo a la naftalina en la actualidad. Se emplea en la fabricación de plásticos de cloruro de polivinilo (PVC), y de forma indirecta en algunos colorantes, resinas sintéticas, pólvora sin humo y celuloides, entre otros; también para fabricar insecticidas y pesticidas, lubricantes y explosivos.

Todavía existe el mito de que la naftalina sirve para elevar los octanos de la gasolina comercial, lo que no es cierto del todo, ya que los compuestos son muy volátiles y tienden a mejorar el octanaje, pero industrialmente no sería factible utilizar la naftalina como un mejorador del número de octanos porque es un hidrocarburo aromático policíclico, y como tal, un contaminante considerado peligroso. Por lo tanto se recurre a otros mejoradores del número de octano.