¿Cuándo caducan los cosméticos?

Seguro que alguna vez te has dispuesto a usar uno de tus cosméticos y te has dado cuenta de que lleva meses —o incluso años— en el tocador. En estos casos, quizás ni te hayas planteado si el producto está caducado y si deberías tirarlo o no, ya que puede parecer que estos productos no tienen fecha de caducidad. Lo cierto es que, al igual que los alimentos, los cosméticos caducan y pueden perder su eficacia o incluso producir efectos adversos en la piel. Pero, ¿cómo podemos saber hasta cuándo se pueden usar?

Si un cosmético está caducado, hay que desecharlo, puesto que significa que ha perdido su efecto y, en algunos casos, puede tener efectos nocivos para la piel, como irritación o enrojecimiento. No existe una regla de oro que diga que las sombras de ojos duran más y las cremas duran menos, sino que todo depende de los principios activos y excipientes de cada cosmético, es decir, de sus ingredientes. Por ejemplo, los productos formulados con antioxidantes, como la vitamina C, tienden a perder sus propiedades con mucha facilidad. Por este motivo, hay que fijarse en las indicaciones del fabricante que aparecen en el envase.

La manera de etiquetar los cosméticos es diferente a la de los alimentos, por lo que puede resultar difícil encontrar la fecha de caducidad. De hecho, para los productos cosméticos con una fecha de caducidad superior a los 30 meses posteriores a la fabricación del producto, no es necesario ponerla en el envase según la normativa europea. En el caso de los productos con una caducidad inferior a los 30 meses, esta se indica al lado de un símbolo en forma de reloj de arena.

Abrir el producto

Sin embargo, como estos productos suelen tener unas fechas de caducidad tan distantes en el tiempo, en el dato en el que debemos fijarnos es el PAO (period after opening, en sus siglas en inglés). El PAO indica el tiempo que dura el producto en condiciones óptimas después de abrirlo. Se representa con un símbolo en forma de bote abierto con un número, que indica los meses que puede estar abierto, seguido de una M.

Aunque estos indicadores puedan ser muy útiles en teoría, en la práctica no solemos apuntar la fecha en la que abrimos un producto, de manera que resulta difícil saber si todavía se puede usar o no. Algunos signos a tener en cuenta para determinar si un producto ha caducado son los cambios de color o textura evidentes, si huele mal o si produce picor, enrojecimiento o cualquier sensación rara. En caso de duda, lo mejor es deshacerse del cosmético. 

Nuestras prácticas a la hora de usar un producto también pueden afectar su duración. Dejar el envase con la tapa abierta o conservarlo en un sitio caluroso o con cambios frecuentes de temperatura, como el baño, puede hacer que los cosméticos se estropeen antes. Además, tocar los productos con las manos sucias puede propiciar la proliferación de hongos y bacterias.