Teresa Rey
Cuándo
¿Cada cuánto tiempo es necesario graduar las gafas?
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Miércoles 11 de septiembre de 2019
ACTUALIZADO : Lunes 19 de julio de 2021 a las 16:49 H
3 minutos
La graduación se realiza en función de las dioptrías que tenemos y que varían o no con el tiempo
La graduación de las gafas depende de las dioptrías que poseamos. Estas son una unidad de medida que nos indica si nuestros ojos poseen defectos de visión que se deben corregir con unas gafas graduadas. A su vez se refieren también a la graduación que deben tener las lentes que utilicemos con dicha finalidad. En definitiva, se corresponde con la capacidad de refracción que tienen los cristales que se utilizan en las gafas.
Las dioptrías
La forma de determinar si tenemos miopía, astigmatismo o hipermetropía se mide por medio de las dioptrías. Estas representan un número que se relaciona con la cantidad de corrección que necesita cada paciente a través de sus gafas para obtener una visión normal. En el caso de la miopía las lentes son cóncavas y su potencia es negativa, pero en la hipermetropía son convexas y la potencia es positiva. El astigmatismo puede tener ambos valores, de modo que si en la revisión del paciente aparece un símbolo negativo en esta evaluación tendrá astigmatismo y miopía, pero si surge el contrario, presentará astigmatismo e hipermetropía.
En cada uno de estos trastornos existe un tope de dioptrías, y aunque en general no suelen ser muy altas, pueden ir evolucionando con el tiempo. Así, en la hipermetropía y el astigmatismo se puede llegar como máximo a 13 dioptrías, mientras que en la miopía es posible alcanzar las 25, y en vista cansada al menos hasta tres.
Acudir al oftalmólogo
Las dioptrías se corrigen tanto a través de las lentes de las gafas como de las lentillas. Ahora bien, para saber si estas se han detenido o han aumentado lo más correcto es acudir al oftalmólogo. Hay que tener en cuenta que las gafas suplen la carencia de visión pero no detienen la evolución del trastorno, ni tampoco lo perjudican o empeoran según los expertos, pero tienen que estar bien graduadas. En ocasiones, llega un momento en el que las dioptrías ya no evolucionan y es posible abordar el problema mediante cirugía refractiva.
Existen una serie de síntomas que pueden indicarnos que tal vez debamos cambiar la graduación de las gafas y acudir a una consulta de oftalmología para que nos indiquen si es necesario. Por ejemplo, si con ellas vemos borroso a media o larga distancia, si notamos que la vista se cansa de forma notable al ver la tele o leer durante mucho tiempo, si sentimos dolor de cabeza sobre todo alrededor de los ojos o percibimos dificultades al efectuar tareas que exigen precisión o distancias cortas como coser, entonces es aconsejable recibir la opinión de un experto.