Mariola Báez
Cuándo
¿Cuándo puede necesitar un adulto mayor acudir a psicoterapia?
Los tratamientos que realiza un psicoterapeuta tienen como objetivo cambiar pensamientos y conductas
Así lo indica el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España (@copsicologiaesp), que señala, además, que las terapias llevadas a cabo por el profesional de la psicología buscan aliviar los síntomas que producen sufrimiento a la persona que acude a consulta a través de un cambio psicológico, que va a incidir en su propio pensamiento y también en su conducta.
Ansiedad, estrés, cansancio inexplicable y “desgana” ante la vida, depresión, miedo al futuro o ante el diagnóstico de una enfermedad… Todas son situaciones que pueden afectar a cualquier edad pero que, en muchas ocasiones, inciden especialmente en las personas mayores. El cese de la actividad laboral, la marcha del hogar de los hijos ya mayores o la pérdida de facultades pueden tener su repercusión negativa también a nivel psicológico y son situaciones que requieren la debida atención, porque no solo afectan al estado de ánimo y a la calidad de vida, sino además a la salud.
¿Qué técnicas utiliza la psicoterapia?
Como recuerda la Federación Española de Asociaciones de Piscoterapeutas (@FEAPsicoterapia), la psicoterapia es un tratamiento científico que, analizando distintas variables y manifestaciones concretas que producen malestar a una persona, aplica una determinada metodología para lograr cambios o modificaciones en el comportamiento que promueven la salud física y psíquica.
El psicólogo terapeuta debe tener una formación precisa que le capacite para reconocer las distintas patologías y determinar el método más eficaz para lograr el objetivo y la mejora deseada. Por su parte, existen distintos tipos de terapias que se aplican atendiendo a las necesidades y características de cada paciente. Según su orientación y ámbito de actuación, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (@CopMadrid) destaca entre otras:
- Terapia de orientación conductual: centrada en la observación de las conductas que no benefician a la persona, con el objetivo de cambiarlas.
- Terapia cognitiva: pone el énfasis en los pensamientos, ideas o creencias que provocan esas conductas negativas.
- Terapia cognitiva-conductual: una combinación de ambas.
- Terapia dinámica: busca analizar los aspectos inconscientes que pueden causar sufrimiento.
- Terapia sistémica: analiza a la persona dentro de su contexto.
El psicoterapeuta recurre a una de estas terapias o a múltiples combinaciones entre ellas, buscando los mejores resultados para su paciente, con el que la confianza resultará básica a la hora de lograr objetivos satisfactorios. Las terapias pueden aplicarse bien de manera individualizada o en compañía de otras personas (terapia de pareja, de familia, de grupo...).
¿Cuándo acudir a un psicoterapeuta?
En ocasiones puede ser el propio médico, especialista u otro profesional de la salud o de los servicios sociales quien pueda indicar a una persona la posibilidad de acudir a psicoterapia.
Todavía en nuestro país nos parece algo poco frecuente o extraño, pero se debe a esa falsa imagen del “diván” (psicólogo que habla y paciente tumbado). El diálogo entre el psicoterapeuta y su paciente es fundamental, pero la psicoterapia actual posee técnicas y tratamientos científicos realmente útiles a la hora de ayudar a resolver una patología de origen psicológico, cuyas consecuencias pueden llegar a ser especialmente graves en el adulto mayor.
Son muchas las posibles situaciones en las que buscar el apoyo profesional de un psicoterapeuta resulta de ayuda: encontrar la causa psicológica que desencadena trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, más comunes en personas mayores de lo que se cree, y lograr, con pautas específicas, modificar esa conducta autodestructiva; tratar alteraciones del sueño que impiden un descanso reparador esencial para la salud y el bienestar; intentar modificar, mediante técnicas de terapia cognitiva, los pensamientos que provocan patologías como el trastorno obsesivo compulsivo o la ansiedad, que no beneficia en nada a la salud cardiovascular….
Sin duda, los tratamientos que proporcionan alivio frente a estas situaciones son tan importantes como aquellos destinados a sanar el organismo a nivel físico.
Los casos en los que la psicoterapia puede ser de gran ayuda son tan variados como la propia persona y pueden abarcar desde un trastorno que se lleva padeciendo durante un largo periodo de tiempo y que con el avance de los años se ha agudizado, hasta nuevas patologías que han surgido en un momento determinado, como puede ocurrir en el caso de las adicciones (juego, alcohol…).
Por último, un psicoterapeuta puede ayudar a superar una situación puntual con éxito. La pérdida de un ser querido, la separación tardía de la pareja, una mala relación familiar o un periodo de dificultades económicas son solo algunas de ellas.
¿Cómo es un tratamiento de psicoterapia?
No hay dos iguales porque, como no puede ser de otra manera, son absolutamente personalizados. Tampoco existen los “milagros”, la mejoría se notará a medida que avance la terapia. Logrado el clima de confianza adecuado, paciente y psicoterapeuta trabajarán juntos en la búsqueda de un objetivo común.
Especialmente en la terapia conductual, es normal que el terapeuta te marque una serie de pautas que deberás seguir. Puede que incluso tengas “deberes” que hacer en casa como, por ejemplo, apuntar cuándo aparecen determinados pensamientos negativos o aquellas situaciones concretas que te provocan ansiedad. También puede pedirte que intentes actuar de una manera determinada en momentos concretos. El objetivo es cambiar conductas que provocan sufrimiento, modificando aquello que las origina. Una tarea compleja, pero importante para tu propia salud y felicidad.