Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl yogur es un alimento de fácil conservación si se mantiene en un ambiente frío. La razón: su pH es ácido –algo más de 4–, por lo que no será un medio apropiado para muchas bacterias.
Por ello, muchas veces este tipo de lácteo se puede consumir varios días después de la fecha de consumo preferente. Y, por este mismo motivo, una vez abierto, se puede conservar durante cierto tiempo en la nevera sin riesgo.
Así, si has comprado un yogur de grandes dimensiones, gracias a su pH, podrás consumir sólo una parte del bote y dejar otra para más adelante.
Ahora bien, mejor no tardar más de cuatro días en tomárselo, puesto que el sabor puede verse alterado y su frescura.
Por otra parte, cabe recordar que es posible también congelar yogur para consumirlo semanas después.
El problema: la textura puede quedar afectada y algunos de sus ingredientes, también –habría que verificar qué llevan, para ver si también se puede congelar–.
Importante: no se debe congelar el yogur si ya está caducado. Además, debe verificarse que el envase esté bien cerrado y que no tiene ningún olor o líquidos raros antes y después de la congelación.