Quizá pueda parecer que los animales, en este caso los perros, soportan mejor que nosotros las bajas temperaturas debido a su pelaje, lo cual no quiere decir que no les afecten. Con la llegada de la época más fría del año, conviene tener esto en cuenta en lo que respecta a los animales, así lo ha advertido la Dirección General de Derechos de los Animales del Gobierno de España (@AnimalesGob) en sus redes sociales.
La cantidad de frío que una mascota puede soportar varía en función de su tamaño, su pelaje (que los aísla de la temperatura externa), su peso corporal, la actividad física que esté realizando y su estado de salud. Teniendo estos factores en cuenta, la Dirección General de Derechos de los Animales del Gobierno de España ha compartido un gráfico en el que se indica en qué momento las temperaturas pueden ser peligrosas para nuestra mascota. En él se refleja que la mayoría de los perros aguantan bien la temperatura hasta los 7 grados, pero la situación cambia con temperaturas por debajo de esos 7 grados, tornándose en crítica a partir de los -6 grados en perros de raza pequeña, y a partir de los -12 grados en perros de raza mediana y grande.
No hay que olvidar que estos datos se ven afectados en función del clima, por ejemplo, tendríamos que sumar dos puntos si hubiese humedad en el ambiente o restar uno si nuestra mascota llevase abrigo.
¿Cómo ayudar a los animales?
Además, la Dirección General de Derechos de los Animales del Gobierno de España da una serie de consejos en relación a otros animales que se ven afectados por las bajas temperaturas directamente, como las aves o los gatos:
- Los gatos de colonias felinas se refugian en los coches, por lo que antes de arrancarlo, da un pequeño golpe en el capó para que salgan. "Los refugios para estos gatos son ahora más que nunca necesarios, respétalos", piden.
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Cuidar las almohadillas de los perros cuando los saquemos a pasear, pues el hielo puede llegar a provocar quemaduras en esta zona sensible de sus patas.
- Si es posible, deja alimento adecuado para aves en balcones y ventanas, nunca en el suelo o la calle, ya que podría generar suciedad.