Mariola Báez
Practicopedia
La imprescindible desparasitación interna y externa de una mascota
Existen métodos preventivos para evitar la presencia de pulgas, garrapatas o parásitos intestinales
Pese a extremar las medidas de higiene con tu mascota, el hecho de que un perro o un gato presenten parásitos es algo bastante frecuente y cualquier método que ayude a evitarlo siempre es importante. Los veterinarios explican que los parásitos pueden clasificarse en dos grandes grupos: los externos, como las pulgas o las peligrosas garrapatas entre los más comunes, y los internos, distintos tipos de gusanos intestinales que pueden causar al animal desde molestias pasajeras, hasta problemas serios que pongan en riesgo su salud e incluso su vida.
Como señala el Colegio de Veterinarios de Madrid (@COLVEMA) existen distintas parasitosis, algunas muy conocidas y otras poco frecuentes, pero, en cualquier caso, una correcta prevención, siguiendo las indicaciones que marque el veterinario, es fundamental para la salud de la mascota y también la de las personas que conviven con ella.
Cómo y cuándo hay que desparasitar a perros y gatos
Para tener a tu mascota libre de “visitantes” desagradables y protegerla frente a posibles contagios, tienes distintos productos específicos, sencillos de aplicar y eficaces. La desparasitación externa debe formar parte de los cuidados de perros y gatos. Un simple collar antiparasitario, una pipeta que consiga repeler pulgas, piojos o garrapatas o algún spray que cumpla la misma función, son la mejor garantía para que tu perro no se convierta en el “hogar” de parásitos externos habituales que podría coger en un simple paseo por la calle o mientras disfruta jugando en el parque.
En cuanto a los parásitos internos, los más peligrosos, pueden llegar a causar vómitos, diarreas continuadas, picor anal o una grave pérdida de peso progresiva para la que no encuentras explicación.
Un perro infestado requiere eliminar los parásitos lo antes posible para evitar que continúen reproduciéndose y causándole daños de distinta gravedad. Además, esos “bichitos” suponen, en muchos casos, un riesgo para ti por la posibilidad de un contagio accidental (por ejemplo, al limpiar el arenero de un gato o el cojín favorito de tu perro).
Los parásitos internos se eliminan con la medicación, generalmente en forma de pastillas, que siempre debe indicar el veterinario, atendiendo a las características de cada animal: raza, peso y edad y también valorando la probabilidad de infestación que afronta. No requiere el mismo tratamiento un perro pequeño, que solo sale a dar sus paseos diarios, que uno que está suelto en un jardín o en una granja.
Como norma habitual la primera desparasitación en perros se realiza en torno a las 4 o 6 semanas de vida, antes de iniciar el calendario de vacunación. En los gatos, se suele esperar, al menos, hasta que los cachorros tengan las 6 semanas cumplidas. En animales adultos, la desparasitación debe llevarse a cabo al menos una vez al año. Es una medida tan simple como necesaria.