Dónde

¿Sabes dónde está la carretera de hielo más grande del mundo?

Rosa María Torres

Foto: Bigstockphoto

Lunes 20 de mayo de 2019

2 minutos

¿Quieres conducir por ella? Pues necesitas seguir una serie de estrictas recomendaciones

Carretera de hielo en Estonia
Rosa María Torres

Foto: Bigstockphoto

Lunes 20 de mayo de 2019

2 minutos

La tecnología no deja de sorprendernos. Avanza cada día, siendo capaz de conseguir lo inalcanzable, incluso la existencia de una carretera de hielo. Se encuentra entre la costa de Estonia y la isla de Hiiumaa. No obstante, para poder circular por ella, se deben seguir una serie de recomendaciones de lo más estrictas.

Por ejemplo, en invierno, los conductores que viajen por ella no pueden utilizar el cinturón de seguridad porque, en caso de accidente, podría obstaculizar su salida del vehículo. Por otro lado, la distancia entre coche y coche debe ser de 250 metros, aproximadamente. Esto sería de uno a dos minutos entre ambos vehículos, para que así no se acerquen demasiado. Además, la velocidad a la que deben circular es de entre 25 y 40 kilómetros por hora. Si esta se supera, podría ocurrir un desastre mayor, dado que el hielo se rajaría. Cuando esto sucede, se colocan pasarelas de madera sobre las carreteras hasta que el hielo se fortalece de nuevo.

Hiiumaa island, Estonia

Es la carretera de hielo más larga de Europa

Tiene una extensión de 26,5 kilómetros y su objetivo es unir uno de los puertos más importantes de la ciudad de Rohuküla (Estonia) con las islas del archipiélago báltico. Aunque los trayectos se suelen realizar en barco, durante el invierno las bajas temperaturas impiden que se puedan llevar a cabo, de hecho, durante las semanas de mayor frío, se cierra el tráfico. Por eso, para que la comunicación continúe sin problemas, se creó la carretera de hielo más larga de Europa, que también une esta ciudad con la de Heltermaa, en la isla de Hiiumaa.

Conducir sobre hielo requiere extremo cuidado

Ya sea en Estonia o en España, cuando las carreteras se cubren de nieve, el riesgo de accidente aumenta de forma considerable, ya que las superficies se vuelven resbaladizas, los neumáticos no agarran bien y se incrementan las posibilidades de perder el control del vehículo. Por eso, estas circunstancias requieren una conducción paciente y muy suave. Por supuesto, hay que evitar los acelerones y los frenazos, y se debe tener especial cuidado con la separación entre vehículo y vehículo.

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Rosa María Torres

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