Victoria Herrero
Practicopedia
¿Qué debes tener en cuenta al optar por una ducha adaptada para personas mayores?
Renovar la zona del baño hará que ganes en seguridad, independencia y confort
Para las personas que tengan movilidad reducida, el hecho de hacer algo tan cotidiano como darse un baño o una ducha puede suponer un obstáculo ya que las bañeras más convencionales no facilitan esa libertad de movimientos que estas personas necesitan para su aseo diario. Por eso, es una buena opción recurrir a la instalación de duchas adaptadas cuando uno de los integrantes del hogar no tiene una movilidad como antaño o simplemente como solución cómoda a medida que se van cumpliendo años.
Beneficios de instalar una ducha adaptada en casa
Seguridad, confort e independencia. En resumen estos son los beneficios que uno puede encontrar cuando decide cambiar su vieja bañera por una ducha que ofrezca todas las garantías en materia de accesibilidad. Y es que este tipo de elementos del baño se diseñan no solo para garantizar una de las tareas diarias para personas con discapacidad o que tienen una movilidad reducida, sino que a cierta edad hacen que el aseo sea más práctico, estable, seguro y no necesiten la ayuda de otra persona para hacerlo.
Aspectos a tener en cuenta en la reforma
Una vez que nos hemos decidido a reformar el baño en la zona de la ducha, es importante no olvidarnos de algunas premisas previas para elegir la opción de ducha que más se ajusta a nuestras necesidades. Así, en líneas generales la nueva zona de aseo de tu cuarto de baño debe tener un plato de ducha a ras de suelo y que además este sea antideslizante para evitar caídas y resbalones si está mojado o hay restos de jabón.
También es importante, a la hora de seleccionar las distintas opciones de duchas adaptadas que hay en el mercado, que no dejes al azar la colocación de una nueva mampara. Así, lo mejor en estos casos y para el confort y seguridad de los usuarios de las mismas es que estas no tengan puertas ni tampoco salientes en el suelo con los que esas personas se puedan tropezar. Además, de esta manera se facilitará la labor de los cuidadores cuando tengan que ayudar a esa persona en su aseo diario.
Teniendo claros los elementos imprescindibles que debe tener una ducha adaptada para que sea un entorno seguro, puedes añadir toda una serie de prestaciones que harán mucho más cómodo y sencillo el momento de ducharte:
- Para las personas con movilidad reducida o que no pueden estar mucho tiempo de pie, lo mejor es hacerse con un asiento fijo en el interior de la ducha o que se pueda incorporar a posteriori. En este último caso, puedes optar por sillas plegables (con o sin asideros o reposabrazos, además de respaldo) con patas antideslizantes que puedas colocar cómodamente cuando te vayas a bañar.
- Otro de los elementos más aconsejados es colocar agarradores fijos en las paredes o en la mampara como un punto de apoyo imprescindible para hacer de tu baño un momento íntimo y con total autonomía.
- La grifería de este tipo de duchas también puede resultar accesible ya que algunos de esos mandos incorporan sistemas termostáticos que resultan más sencillos de controlar para evitar cambios bruscos de temperatura que pueden resultan incómodos.