Que la edad no sea un límite: Universidad para mayores

Saber más sobre historia, tus escritores preferidos, la mente humana o sobre ciencia tu interés, o querer terminar una carrera que por muchas razones se quedó a medias. Retomar los estudios es una opción que se presenta cuando se acerca la jubilación y comenzamos a tener más tiempo libre nos sentimos proactivos y queremos mantenernos actualizados.

Para dar respuesta a esto las universidades y centros de formación han creado durante los últimos años formaciones adaptadas al público senior. Actualmente hay una gran variedad de opciones, bien es cierto que cada programa tiene una duración y características variables dependiendo de la entidad que lo organice.

La AEPUM, la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Personas Mayores, es la institución encargada de que las universidades, tanto públicas como privadas, incluyan propuestas educativas para personas mayores. Esta asociación se encarga de recopilar todas las universidades que ofrecen programas universitarios y sus correspondientes enlaces.

Estos programas destacan por ser titulaciones propias con aulas específicas para las cuales no hace falta realizar un examen de acceso ni de evaluación de asignaturas.  En la mayoría de los casos las clases se imparten por las tardes dos o tres días a la semana; aunque no es de extrañar que haya universidades donde haya clases en las que tanto el alumnado senior comparta lecciones con los jóvenes.

Este público, destacan desde la AEPUM, es un alumnado muy exigente y normalmente muy preparado, que llega con conocimientos previos a menudo específicos, lo que constituye un reto maravilloso para los docentes, una razón por la cual el nivel del profesorado de la Universidad de Mayores es realmente muy alto.

Dependiendo de la universidad y del tipo de estudio, los programas para mayores piden como requisito tener cumplidos o cumplir en ese año académico 45, 50, 55 o 60 años o más. Para acceder solo necesitas tener los conocimientos suficientes de lectura, cálculo y escritura, así como la capacidad para seguir una clase o conferencia. Si a lo que nos queremos apuntar es a un grado o máster, en esta ocasión el acceso es distinto ya que no se trata del mismo tipo de título. En este caso se puede acceder acreditando la experiencia laboral o mediante una prueba de acceso. 

Aprender, mejorar y aumentar nuestros conocimientos no tiene fecha límite y cualquier momento es bueno para terminar o descubrir esas materias por las que siempre hemos tenido interés pero no tiempo que dedicarles.