Las varices son un síntoma que refleja una mala circulación sanguínea y afecta tanto a hombres (15%) como a mujeres (45%), aunque con más frecuencia a estas últimas. Si bien puede parecer un problema estético, lo cierto es que pueden comprometer la salud pues las venas varicosas son venas dilatadas en las que se acumula la sangre que tiene dificultad para retornar hacia el corazón. Los síntomas más habituales son pesadez en las piernas, edema e hinchazón, hormigueo, calambres, picores y dolor, síntomas que se acentúan en la fase menstrual y en verano, con la llegada de las altas temperaturas.
Evitar la aparición de varices no siempre es posible pues algunas de las causas que pueden provocarlas son el uso de anticonceptivos, el embarazo, factores genéticos, y las principales: el sedentarismo y la obesidad. La primera porque al estar sentado baja el ritmo de la circulación de la sangre a través de las venas; y la segunda, la obesidad, por el aumento de demanda de riego sanguíneo en las piernas no pudiendo las venas retornar la sangre hacia el corazón a la misma velocidad que se demanda. Lo mismo ocurre si se está muchas horas de pie, se realiza poco ejercicio muscular y la sangre tiene igualmente dificultad para regresar al corazón.
Si no quieres que el calor sea un problema más para las molestias que producen las varices estos consejos, aunque caseros, pueden ayudarte a sobrellevarlas.
Alza las piernas. Tumbada en la cama coloca las piernas sobre una almohada y apóyalas en la pared, es una manera eficaz de activar la circulación.
No cruces las piernas: un gesto muy habitual que nos da comodidad pero que impide la correcta circulación de la sangre.
Aloe vera: Una crema de aloe vera o directamente si tienes la planta en casa puede ayudarte a calmar los picores.
Alza el colchón: dormir con las piernas en alto poniendo una manta debajo del colchón o un taco en las patas, además de resultar cómodo para dormir hará que las piernas descansen mejor.
Medias de compresión: Sí, hace calor, pero si el dolor de las varices es muy molesto estas medias pueden aliviarlo considerablemente.
Mueve las piernas: Las personas que pasan la mayor parte del tiempo sentadas es importante que de manera regular se levanten y den unos pasos. Si por el contrario están todo el rato en pie, hay que buscar algún momento para poder descansar alzando un poco las piernas. Tanto a unas como a otras les irá bien rotar los tobillos, ponerse de puntillas y tesar los músculos de las piernas, una manera fácil de activar el flujo sanguíneo.
Olvídate de la ropa ajustada: Pantalones ceñidos o zapatos apretados dificultan la buena circulación y favorecen la hinchazón. Es hora de vestirse bien, pero con comodidad y pensando en nuestra salud.
Evita los baños calientes y acaba la ducha dirigiendo el chorro de agua fría hacia las piernas, de abajo a arriba para activar la circulación.
Lleva una dieta sana: una alimentación rica en frutas y verduras mejorará la circulación y te refrescará. Evita el alcohol, las frituras y los dulces. Aumenta la ingesta de agua para mantener el cuerpo bien hidratado.
Calor y frío: también puedes aplicar una toalla humedecida con agua caliente y presionar sobre las varices durante unos minutos. Después la misma acción, pero con un paño frío.
Ejercicio: Aunque haga calor y de pereza moverse, no olvides salir a pasear y hacer algo de ejercicio al menos durante 20 minutos: natación, gimnasia acuática o caminar. Busca el mejor momento del día para que sea una práctica placentera y recuerda que según pasen las horas cada vez dará más pereza.
Masaje en las piernas: los masajes son siempre placenteros y si alivian el dolor, aún más. Da pequeños golpecitos, sin hacer demasiada presión, en las zonas afectadas por varices. Si lo haces asiduamente el dolor se aliviará.
Además de estos consejos, existen en el mercado algunos productos cosméticos específicos en forma de geles, cremas o emulsiones con una base de flavonoides, extracto de rusco y hiedra; preparados fitoterapéuticos; o suplementos con vitaminas C y E que pueden atenuar las molestias y dar ligereza y bienestar a las piernas.
Y no lo olvides: Si las molestias son importantes y el dolor intenso no dudes en contactar con el especialista para que pueda darte un tratamiento adecuado.
Sobre el autor:
Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.