Mariola Báez
Practicopedia
La enfermedad del gusano del corazón, una amenaza real para tu mascota
Collares y pipetas antiparasitarias son esenciales para protegerla del mosquito que la transmite
Su nombre científico es Dirofilariosis, pero se la conoce como la enfermedad del gusano del corazón porque, aunque resulte bastante duro, es la manera más gráfica de describirla. Efectivamente, como señalan veterinarios de la clínica La Asunción (@CVLaAsunción), esta grave afección puede afectar directamente al corazón de un perro si tiene la desgracia de que un mosquito le acabe inoculando, a través de su picadura, larvas del parásito Dirofilaria immitis. Hay que matizar que los gatos y otros mamíferos también pueden verse afectados por esta patología infecciosa parasitaria.
¿Qué síntomas presenta la enfermedad? ¿Existen medidas preventivas?
Es importante dejar claro que esta patología no se contagia entre animales, es la picadura del mosquito la que la transmite. Su evolución no siempre se produce de la misma manera. Las larvas, una vez presentes en el organismo del animal, suelen dirigirse hacia el corazón, pero también es habitual que inicien su desarrollo en las arterias pulmonares del mismo.
Los síntomas son muy variables y dependen del número de gusanos que hayan logrado desarrollarse y de su ubicación en el organismo. Son difíciles de detectar, porque resultan similares a los de otras enfermedades. Tos (a veces con presencia de mucosidad sanguinolenta), fatiga (dificultad para hacer el ejercicio que antes hacías), pérdida de peso o problemas respiratorios son señales poco precisas, pero ante cualquier sospecha es importante acudir al veterinario porque, cogida a tiempo y con el tratamiento adecuado, esta enfermedad tiene cura.
La buena noticia es, sin duda, el reciente estudio sobre el gusano del corazón llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (@ULPGC) y la Universidad de Salamanca (@usal), que presenta nuevas opciones que reducen notablemente el tiempo de tratamiento (de 2-3 meses a un solo mes).
Por desgracia, la prevalencia de esta enfermedad en España no se limita a casos aislados. La presencia de distintas especies de mosquitos, que pueden ser transmisoras, es elevada, especialmente en las zonas más cálidas y con humedad ambiental elevada. La cuenca mediterránea y las Islas Canarias son dos de las áreas más afectadas, aunque también los lugares donde hay abundante vegetación junto a los ríos, las lagunas o las pozas.
Para proteger a las mascotas, no hay nada mejor que recurrir al uso de repelentes antiparasitarios externos (collares y pipetas) que eviten la picadura. Además, acudir al veterinario ante los primeros síntomas, especialmente si la tos se hace presente, puede hacer que nuestro perro o gato se libre del parásito a tiempo y recupere su salud y su vitalidad.