¿Eres adicto a la comida? Pautas para ponerle remedio

Todos alguna vez comemos más de lo que deberíamos porque nos gusta el menú o estamos de celebración. También no es extraño que alguna vez nos saltemos lo de la dieta saludable para darnos un capricho o que haya alguna comida que nos pierda. La comida nos proporciona sensación de placer y satisfacción por lo que es lógico disfrutarla, pero si este placer se convierte en una obsesión que no podemos controlar, entonces pasa a ser un problema que debemos solucionar y controlar. Veamos cuáles son los comportamientos que según el 'Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales' indican la existencia de una adicción a la comida. 

Un primer indicativo de que podemos no tener controlada nuestra relación con la comida es la presencia de antojos aun no teniendo hambre. Evidentemente todos podemos tener antojos de algo, pero si eso nos sucede habitualmente y no cuando es hora de comer, puede ser una primera señal de alerta. En este sentido, los expertos afirman que estos antojos no son la respuesta a una necesidad de nutrientes, sino que responden a una petición del cerebro para lograr una liberación de dopamina, una sustancia química del cerebro que juega un papel importante en la sensación de placer.

Otro 'síntoma' que puede ponernos en alerta es comer más de lo que queríamos o pensábamos. Es decir, cuando comemos sin moderación y casi sin darnos cuenta nos hemos acabado un plato que bien podía haber servido para más de un comensal. De nuevo, es necesario diferenciar entre si se trata de una situación puntual o si, por el contrario, se da en más ocasiones que las deseadas que es cuando debería preocuparnos. 

Para los expertos, otro elemento a tener en cuenta es el sentimiento de culpa tras una comilona ya que en los adictos a la comida es muy intenso. Además, es probable que en poco tiempo vuelvan a caer en comer descontroladamente para paliar la sensación de culpa lo que genera un círculo vicioso. Por otra parte, también se considera un indicativo de adicción a la comida cuando establecemos muchas normas para controlar la adicción, aunque sabemos por experiencia que será difícil que las cumplamos.  De esta manera, nos imponemos tantas limitaciones (no tomar postre, permitirnos un capricho solo un determinado día, etc) que es prácticamente imposible cumplirlas con lo que estamos continuamente fallando. 

Por último, para los expertos existe un elemento más a tener en cuenta a la hora de valorar si somos adictos a la comida y es si nos escondemos de los demás cuando comemos cosas que no deberíamos ya que el sentimiento de vergüenza hace que nos ocultemos.  

Si hemos detectado que encajamos en los comportamientos descritos, además de consultar con un profesional, podemos empezar a poner remedio con las siguientes pautas:

• Mejor si comemos lentamente y respetando unos horarios para establecer rutinas que nos ayudarán a llevar un ritmo de comidas estable.  
• Si nuestro problema con la comida puede venir dado por nuestro estilo de vida (comer solo, no realizar actividades fuera de casa, etc.) sería bueno modificar los hábitos que no contribuyen a tener una relación sana con la comida.  
• Es muy necesario realizar ejercicio físico porque nos ayudará a disminuir la ansiedad y liberaremos tensión. 
• Siempre que sea posible, debemos evitar comer solos. 
• Y, por supuesto, evitar la comida basura (lo que mejor funciona es no comprarla para no tenerla a mano en casa).